Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer


La violencia contra las mujeres es inseparable de la noción de “género” porque se basa y se ejerce en y por la diferencia social y subjetiva entre los sexos.
* ¿Qué es la violencia de género?
La propia ONU, en 1993, dice que “La violencia de género es todo acto que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraría de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada.”
La violencia de género o violencia contra las mujeres, por el hecho de ser mujeres, no hace sino poner de relieve el hecho histórico de que entre hombres y mujeres han existido siempre unas relaciones desiguales de poder, en el que la mujer ha ocupado siempre un puesto de subordinación respecto al hombre, con el beneplácito de todos los estamentos y jerarquías, y que incluso la mujer ha asumido y aceptado con mayor o menor resignación y sumisión.
El concepto de “género” que se baraja por quienes lo utilizan en el discurso de la violencia contra las mujeres, hace referencia al componente o construcción cultural y no al sexo. Se entiende por lo tanto como género en este caso todo aquello que no es biología y es cultura, todo lo que, mediante la socialización ejercida por los diferentes grupos que rodean al niño y a la niña desde que nace, se les atribuye como “lo masculino” y “lo femenino”, lo que es “propio” de hombres o “propio” de mujeres, y que van configurando los diferentes roles de unos y otras en la sociedad, los estereotipos, los comportamientos, las posiciones, las costumbres, y que, por las vías de la educación y la cultura, tienden a reproducirse y perpetuarse, cuando hoy puede constatarse que los roles atribuidos de forma diferenciada durante tantos años, pueden ser desempeñados indistintamente tanto por los hombres como por las mujeres.
Insisto, el sexo es una característica biológica que divide a las personas en dos grupos: hombres y mujeres. Este carácter biológico lleva aparejado la identidad sexual en función de las peculiaridades que el cuerpo posee. Pero “los niños y las niñas, al mismo tiempo que la identidad corporal y sexual, van asumiendo una identidad de género, de acuerdo a las pautas sociales que se le van transmitiendo desde el momento de su nacimiento” (socialización).
El rol desempeñado por el hombre en casi todas las culturas ha sido un rol de dominio y de poder sobre la mujer, que se mantiene en mayor o menor medida en función de la conquista de la democracia y del desarrollo de las políticas de igualdad. La diferencia, en los distintos países del mundo, de las conquistas democráticas por parte de los gobiernos, pone de relieve también las grandes diferencias existentes en la situación de las mujeres y su sometimiento al dominio y poder de los hombres. Pero además, aún en los países democráticos, como lo es el nuestro, quedan reductos “machistas” que siguen considerando a la mujer como un bien de propiedad particular, como un ser de segunda categoría del que se puede abusar y al que se puede someter a voluntad. Hombres que no aceptan la autonomía de la mujer, su capacidad de decidir y de elegir, y en vez de madurar y evolucionar hacia nuevas formas de relación, se obcecan, se obstinan en lo imposible, acabando por destruir aquello que ya no sirve o no obedece a sus deseos o caprichos. Las mujeres han dado un gran paso hacia delante pero muchos hombres no se han enterado todavía que los roles estereotipados que asumieron y heredaron del pasado ya no funcionan en el presente ni en las sociedades democráticas. En lugar de cambiar, optan por la rebeldía, por la sinrazón, por la destrucción y la violencia.
Los más preocupados por el tema de la violencia contra las mujeres prefieren hablar de violencia “de género” y no de violencia “doméstica”, “familiar”, “intrafamiliar”, “conyugal”, etc. (que también puede serlo al mismo tiempo), precisamente para resaltar esa connotación machista, de rol de poder y de pretendida superioridad que el hombre se atribuye a si mismo ante la mujer.
La violencia de género, la violencia machista, con que el hombre maltrata a la mujer puede ser de varios tipos: física, sexual, psicológica… En cuanto a los ámbitos en que se produce destacan tres fundamentalmente, el ámbito de las relaciones de la pareja mediante el maltrato, el ámbito de lo social mediante la agresión y el abuso sexual, y el ámbito laboral, mediante el acoso.
* Negación de Derechos Humanos.
LA VIOLENCIA DE GÉNERO NIEGA A LAS MUJERES Y A LAS NIÑAS LOS DERECHOS HUMANOS MÁS FUNDAMENTALES: LA VIDA, LA LIBERTAD, LA INTEGRIDAD FÍSICA Y LA DIGNIDAD COMO PERSONAS.

“La Violencia contra la mujer, así como cualquiera de sus formas de explotación. (…) son incompatibles con la dignidad del ser humano y deben ser eliminadas” (Conferencia Internacional de Derechos Humanos. Viena. 1993)
No está de más recordar la base legal de nuestra Constitución, que en su preámbulo se suma y asume, entre otros tratados internacionales, la Declaración Universal de los derechos Humanos.
Además del articulado referente a un trato de igualdad hacia las personas y a la no discriminación por razón de sexo, destacamos, puesto que hablamos de violencia, el artículo 15 de la C.E. que dispone que “Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral sin que en ningún caso, puedan ser sometidos a tortura ni a penas ni a tratos inhumanos o degradantes. Queda abolida la pena de muerte…”
El hombre que mata a la mujer, que la tortura, humilla, degrada, que amenaza su integridad física y moral incumple un derecho fundamental de nuestra Constitución y de la Declaración Universal.
Y ya no digamos lo que puede suponer el problema en aquellos países en los que existe la pena de muerte y donde además, por “razones” culturales y religiosas, ésta se aplica de manera desigual y en desventaja para las mujeres, puesto que tampoco la “justicia” de determinados pueblos es ciertamente igualitaria en el trato y consideración de pruebas y alegaciones que puedan aportar el hombre o la mujer. Como ejemplo de ello podemos citar sentencias de aplicación de la sharía (Ley islámica), que no es otra cosa que un código detallado de conducta sobre lo que esta bien o esta mal.

-Muerte de mujeres por lapidación, inadecuadamente tratadas por la “justicia”, en países en que se aplica “la sharía”.
De todos es conocida, por la difusión que los medios dieron de determinados casos individuales, como los de Safiya Yakubu Hussaini (nigeriana) a la que la "sharía" condenó a muerte de lapidación por un delito de "zina" (adulterio), en el año 2001. Fue absuelta el 25 de marzo de 2002. Otro caso conocido a nivel mundial fue el de Amina Lawal (nigeriana) también condenada a muerte por zina, al tener una hija cuando estaba ya divorciada. Fue absuelta el 25 de septiembre de 2003 después de que más de 9.000.000 de personas la apoyaran. (He contribuido a ese apoyo, a través de Internet, aportando mi firma en la página de una asociación internacional de mujeres).
- Mutilación genital femenina, mediante ablación o extirpación del clítoris. Supone privar a la mujer de una fuente de placer, sin su consentimiento, y con riesgo para su salud y, en ocasiones, incluso para su vida.
Esta práctica está arraigada en muchos países de África y Oriente Medio, casi todos de religión musulmana. Se calcula que hay más de 135 millones de mujeres mutiladas en más de 30 países.

El problema ha suscitado establecimiento de medidas legales de protección hacia las mujeres de las poblaciones musulmanas inmigrantes que residen en las democracias occidentales, donde no se permite esta práctica. Casos sobre este tema aparecen con relativa frecuencia en los medios.
- Feminicidio o femicidio (dar muerte a la mujer, desde una posición masculina de poder) Esta palabra, nacida en Latinoamérica no se encuentra en el diccionario de la Real Academia de la Lengua.


- Violencia contra las mujeres y Uxoricidio (asesinato de la esposa), en España.
A fecha de hoy, en lo que va del año 2007, más de 69 mujeres han muerto en España a manos de sus parejas o ex-parejas, de hecho y de derecho, porcentaje superior al del año 2006 por estas fechas. Un índice de mortandad en la mujer que supera al producido por el cáncer.
Es significativo el hecho de que algo más de un tercio del total de mujeres muertas se trata de extranjeras inmigrantes en nuestro País. Esto es un hecho preocupante del que ya se han hecho eco los grupos especializados en el tema, por ser las mujeres extranjeras e inmigrantes (la mayoría en situación de ilegalidad en nuestro territorio) un colectivo muy vulnerable, sobre todo las mujeres del Este y centroeuropeas que desconocen nuestro idioma, ya que carecen de información sobre recursos de ayuda, no tienen amistades ni familia, no se atreven a presentar denuncias por temor a ser expulsadas de España, y, sobre todo, porque viven económica y socialmente a expensas de sus parejas que son generalmente quienes las explotan y maltratan.
En lo que va de año, y hasta el mes de septiembre, se habían producido 93.000 denuncias por malos tratos con un incremento también superior al del año anterior y al porcentaje de los hechos de fallecimiento. En mi modesta opinión esto quiere decir que hay más mujeres que se atreven a dar el paso hacia su liberación del agresor. Seria deseable disponer también de cifras positivas y esperanzadoras de mujeres que, a partir de la denuncia y de las medidas de protección, encuentran solución a su problema y emprenden una nueva vida con total autonomía, iniciando un proceso de autoestima y de recuperación de su dignidad, como persona y como mujer.
- Turismo Sexual: otro abuso machista.
“Treinta mil españoles practican turismo sexual con menores en países de Latinoamérica”. Este era el título de un artículo aparecido en La Voz de Galicia el 6 de febrero de 2004.
El 23 % de las niñas de esos países sufren abusos sexuales y la gran mayoría no los denuncian. La pobreza, en la mayoría de los casos facilita estos abusos.
-Infanticidio Femenino. Abortos selectivos de fetos femeninos.
Dos conceptos distintos aunque próximos en lo que supone un mayor reconocimiento por la vida del hombre en función de su rol. En determinadas culturas, pueblos y países, se controla la natalidad mediante el aborto selectivo de fetos femeninos, hecho que, a diferencia del infanticidio (asesinato del ser ya nacido), se practica en el vientre de la mujer, con el consiguiente riesgo para la salud y vida de ésta, por lo que supone un doble atentado contra la vida de las mujeres. El infanticidio, con preponderancia de muerte de las niñas, se suele dar en pueblos que carecen de Estado o que viven prácticamente muy alejados y en casi nula relación con los gobiernos.
- Tráfico de mujeres: prostitución obligada, explotación sexual y económica. Privación de libertad.

Existen verdaderas mafias y redes de trata y tráfico de mujeres que las traen engañadas, desde sus países de origen, como inmigrantes ilegales, con la promesa de proporcionarles un trabajo y ganar un dinero que además de proporcionarles una vida mejor a ellas les permita también ayudar a sus familias, de las que se han alejado temporalmente. La coacción consiste en retirarles el pasaporte, encerrarles y obligarles con una “deuda” económica (generalmente el gasto de viaje y estancia) a pagarla mediante el ejercicio de la prostitución, además de tenerlas recluidas en lugares apartados, incomunicadas y bajo amenaza, si escapan o dicen algo, de dañar a los hijos o familiares que han dejado en su país. Esto no es otra cosa que una forma de esclavitud.
En la prensa local del día 7 de este mes venia una crónica sobre una “red de trata de blancas de Vigo que se anunciaba en la tele”… “La red hispano-brasileña que, supuestamente, explotaba sexualmente a siete brasileñas anunciaba hasta hace poco su servicio de piso de citas bajo el nombre comercial Harem en la prensa, la televisión local e Internet. La publicidad prometía un ambiente de lujo para clientes de alto poder adquisitivo que buscaban discreción”… “Para introducir a las mujeres en España, vía Paris, Munich o Ámsterdam, la red les entregaba unos falsos contratos de trabajo sin visar por el Consulado de España ni por la Inspección de trabajo. En muchos casos las victimas llegaron a Vigo engañadas.
He citado este caso por ser próximo y reciente, pero los hay peores, de sobre-explotación sexual, ambientes sórdidos y privación de libertad, a la que se añaden malos tratos físicos y psíquicos: escasez de comida, auténtica y despiadada reclusión, amenazas de muerte para ellas y sus familias al menor intento de auto liberación...
- Acoso sexual en el ambiente de trabajo
Sobre los temas de violencia de género no tengo nada que discurrir ni que inventar. Es un tema que sigo hace tiempo y me sobran noticias de prensa,
que guardo y archivo en carpetas.
que guardo y archivo en carpetas.
Las mujeres ni siquiera en el trabajo están libres de ser acosadas, contrariamente a su voluntad, en demanda de favores sexuales, de muy mal gusto, en la mayoría de las ocasiones.
Una noticia en el diario "La Voz de Galicia", del 12 de enero de 2004, ofrecía el siguiente título: “La OIT denuncia que las mujeres embarcadas sufren acoso sexual” y “Reclaman políticas especificas para las trabajadoras del mar”…
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Creo que no procede extenderse más en este post, ni citar más ejemplos y enunciados sobre la violencia "de género", la violencia "machista" que los hombres ejercen sobre las mujeres en diferentes ambientes y culturas, en las que conservan, con el beneplácito de sus normas o burlando las existentes que no les favorecen, ese rol ancestral y patriarcal de considerar a la mujer como un ser inferior y subordinado, sometido a sus exigencias y caprichos.

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* ¿Qué podemos hacer?
La violencia de género, la violencia machista, es fundamentalmente un problema estructural, vinculado al entramado social y cultural, al campo de la sociología, a la transmisión de valores, al aprendizaje y asimilación de roles, de pautas de comportamiento, a los usos y costumbres, a las creencias… Y es por esto que el remediar la violencia de género compete a toda la sociedad.
No voy a hablar de los recursos disponibles, que podría hacerse empezando por la propia Ley Integral de Protección a las víctimas de la violencia y la diversidad de medidas, psicológicas, económicas, jurídicas, de acogida, de vivienda, etc., que se ponen a disposición de las mujeres con la colaboración de los servicios sociales municipales, porque además de que necesitaria hacer otro post para ello, los recursos pueden variar, en la gestión y aplicación, de una Comunidad a otra.
Baste con dar como referencia, para informarse a nivel general y estatal, la existencia de un número de teléfono: 016, gratuito y que no deja constancia en las facturas de teléfono, desde el que luego podrán remitir a las administraciones más próximas a la demandante de información o solicitante de recursos prestaciones y servicios. Los gobiernos autonómicos disponen también de un número de teléfono con el mismo propósito con un servicio permanente de 24 horas donde recibir llamadas de información y petición de apoyo. Los cuerpos de seguridad, estatales y autonómicos, prestan también ayuda y orientan hacia los servicios adecuados, en caso necesario.
Puesto que el machismo es un rol aprendido, mediante la "socialización", el papel más importante para la renovación en el esquema de valores, tendentes a modificar el comportamiento y las conductas, es el de la Educación.
La educación, que no la instrucción, se recibe de los diferentes grupos: familia en primer lugar, escuela, institutos y universidad, vecinos, amigos, grupos de trabajo, medios de comunicación… Todos, con intención o sin ella, formamos y conformamos al educando, con la palabra y con el ejemplo. Los adultos, somos sin quererlo modelos de referencia para los niños y los más jóvenes.
La escuela puede incorporar programas didácticos sobre la igualdad, revisar el lenguaje de los textos de estudio, revisar las tareas y disciplinas escolares en plano de igualdad entre niños y niñas, velar por las relaciones y el respeto debido entre los dos sexos.
Los padres y los abuelos (hoy importantes protagonistas también en la educación) tienen que educar en la corresponsabilidad y la igualdad a los niños desde pequeños, sin privilegiar o primar ningún tipo de rol, enseñando a compartir todo en la igualdad y dando ellos mismos testimonio en el ejercicio de la corresponsabilidad doméstica, con afectividad y efectividad.
¿Y nosotros? Los blogueros, por ejemplo.
Evitar en nuestros comentarios, anécdotas, chistes o relatos, pero sobre todo chistes, que hagan mención a hechos, situaciones, o perfiles de personalidad de corte machista. Ya sabéis, esos chistes que siempre menosprecian o rebajan a la mujer, que siempre se la quieren “cargar”, esa esposa a la que se quiere perder de vista, a la que hay que enterrar sin opción a resucitar, por la que nunca se siente admiración o aprecio, a la que siempre se encuentra menos atractiva que a la vecina de enfrente, a la que solo se le tolera para proporcionar placer y servicios…De verdad, yo me propongo desde hoy esta pequeña campaña:
¡NO PROPAGUEMOS LA “CULTURA” MACHISTA! ¡NI SIQUIERA EN LOS CHISTES!
¿VAS A COLABORAR?