En el 50 aniversario de su muerte.
Juan Ramón Jiménez
Obra de Daniel Vázquez Díaz
Del poeta.
Juan Ramón Jiménez, el poeta andaluz, el poeta español, el poeta portorriqueño de adopción.¡Juan Ramón Jiménez, el poeta universal y premio Nobel!
Juan Ramón, el poeta de mi adolescencia y juventud. Juan Ramón, el poeta que hoy retomo para recordarlo, y que vuelvo a leer, reviviendo en mi interior viejas sensaciones dormidas, de espiritualidad y de búsqueda de infinito...
No me explico ahora como dejé de lado la poesía, tantos años... Y ha sido a través de los blogs que visito que he vuelto a interesarme por ella.
Fue un 29 de mayo de 1958, cuando este andaluz universal, Juan Ramón Jiménez, nacido en Moguer en una víspera de Nochebuena de 1881, moría en San Juan de Puerto Rico, casí dos años después de su esposa Zenobia Camprubi Aymar, la cual falleció el 24 de octubre de 1956, dos días antes de que le fuera concedido el Premio Nobel de Literatura.
Como quiero ser breve no os voy a hablar de la obra y vida de Juan Ramón, que seguro conocéis mejor que yo, sino que os remitiré a algún enlace- resumen por si alguien quiera repasarla, como lo estoy haciendo yo. Me limitaré a una pequeña reseña sobre mis recuerdos y experiencias en el descubrimiento del poeta.
Mi encuentro con Juan Ramón Jiménez, esposo de Zenobia Camprubi (tanto monta, monta tanto...) fue a partir de las lecturas de los libros que compraba los domingos durante mi adolescencia y principios de juventud, y casi a la par que descubrí a Rabindranath Tagore, al que Zenobia y Juan Ramón traducían.
Juan Ramón, el poeta de mi adolescencia y juventud. Juan Ramón, el poeta que hoy retomo para recordarlo, y que vuelvo a leer, reviviendo en mi interior viejas sensaciones dormidas, de espiritualidad y de búsqueda de infinito...
No me explico ahora como dejé de lado la poesía, tantos años... Y ha sido a través de los blogs que visito que he vuelto a interesarme por ella.
Fue un 29 de mayo de 1958, cuando este andaluz universal, Juan Ramón Jiménez, nacido en Moguer en una víspera de Nochebuena de 1881, moría en San Juan de Puerto Rico, casí dos años después de su esposa Zenobia Camprubi Aymar, la cual falleció el 24 de octubre de 1956, dos días antes de que le fuera concedido el Premio Nobel de Literatura.
Como quiero ser breve no os voy a hablar de la obra y vida de Juan Ramón, que seguro conocéis mejor que yo, sino que os remitiré a algún enlace- resumen por si alguien quiera repasarla, como lo estoy haciendo yo. Me limitaré a una pequeña reseña sobre mis recuerdos y experiencias en el descubrimiento del poeta.
Mi encuentro con Juan Ramón Jiménez, esposo de Zenobia Camprubi (tanto monta, monta tanto...) fue a partir de las lecturas de los libros que compraba los domingos durante mi adolescencia y principios de juventud, y casi a la par que descubrí a Rabindranath Tagore, al que Zenobia y Juan Ramón traducían.
Juan Ramón, joven.
Zenobia, joven
Juan Ramón y Zenobia; Zenobia y Juan Ramón
Una pareja compenetrada que comparte la literatura, la pasión, el amor, la vida...
Zenobia Camprubi es más que la mujer de Juan Ramón, es un personaje interesante que bien merecería una dedicación especial, en otro post, por su calidad de mujer culta (hablaba varios idiomas) e inteligente, su labor docente y universitaria, además de su preocupación por la literatura y las causas feministas en cuyas reivindicaciones participó. Con su vida y su saber ayudó a engrandecer la obra de Juan Ramón.
Estatua de Zenobia, en los jardines de Can Campassol, en Malgrat de Mar, ciudad de la costa catalana en la que nació.
Mi primer libro, de Juan Ramón Jiménez fue, ¿cómo no iba a serlo en aquella época?, el popular y enternecedor "Platero y yo", que compré en 1956, en una edición menor, impresa en Francia por cuenta de la Libraire des Editions Espagnoles (en la foto, libro color ocre) y más tarde, Mary Tere, una amiga de Zaragoza me regaló, en 1958, la edición mayor (el otro libro de Platero, de editorial Aguilar). Después llego a mis manos, "Diario de poeta y mar"( edición de 1957), nuevo titulo que dio a su obra "Diario de poeta recién casado", ya publicado en 1916.
Ambos libros los he leído una y otra vez, y luego, hasta ahora, estaban descansando en una estantería de mis librerías. He vuelto a ojearlos y de nuevo me entusiasman. Esto me motiva ahora para buscar nuevos títulos de la última etapa poética del autor, la más profunda y auténtica, la del encuentro consigo mismo.
El 29 de mayo de 1958, la noticia de la muerte de Juan Ramón Jiménez, me impactó y emocionó sensiblemente, y mi reacción fue leerlo una vez más, coger un papel y una pluma ( no era época de bolígrafos) y ponerme a escribir... Después sentí un impulso y sin decir nada a nadie lo metí en un sobre y envié a la redacción de "El Correo Gallego", a Santiago de Compostela... Yo no conocía a nadie del periódico ni nadie me conocía a mi. A los pocos días apareció publicado. Al año siguiente escribí otra cuartilla con motivo del aniversario, y luego seguí escribiendo y publicando sobre otras cosas... Al empezar los estudios en Santiago deje la pluma tan aparcada como deje la literatura. ¡algo imperdonable, sobre todo esto último!
En su recuerdo.
Ambos libros los he leído una y otra vez, y luego, hasta ahora, estaban descansando en una estantería de mis librerías. He vuelto a ojearlos y de nuevo me entusiasman. Esto me motiva ahora para buscar nuevos títulos de la última etapa poética del autor, la más profunda y auténtica, la del encuentro consigo mismo.
El 29 de mayo de 1958, la noticia de la muerte de Juan Ramón Jiménez, me impactó y emocionó sensiblemente, y mi reacción fue leerlo una vez más, coger un papel y una pluma ( no era época de bolígrafos) y ponerme a escribir... Después sentí un impulso y sin decir nada a nadie lo metí en un sobre y envié a la redacción de "El Correo Gallego", a Santiago de Compostela... Yo no conocía a nadie del periódico ni nadie me conocía a mi. A los pocos días apareció publicado. Al año siguiente escribí otra cuartilla con motivo del aniversario, y luego seguí escribiendo y publicando sobre otras cosas... Al empezar los estudios en Santiago deje la pluma tan aparcada como deje la literatura. ¡algo imperdonable, sobre todo esto último!
En su recuerdo.
Pequeñas dedicatorias mías, publicadas en la prensa con motivo de la muerte de Juan Ramón Jiménez, que hoy incluyo aquí, en el cincuenta aniversario de la misma, para reiterar lo expresado entonces: mi admiración por un poeta que partiendo de una poesía sensitiva llega a una poesía intelectual y profunda, desnuda de adornos, para interrogar a la verdad y a la esencia de las cosas y de la palabra, buscando lo trascendente, desde una postura casi mística.
(podéis pinchar sobre los recortes de prensa para poder leerlos, aunque la tipografía de entonces, además de no ser buena, ha resistido mal el paso del tiempo. He tachado mis apellidos, pero no mi nombre: María Isabel)
Los escritos que dediqué al poeta cuando falleció y en el primer aniversario de dicho acontecimiento, releídos después de cincuenta años, los encuentro ahora, sobre todo en el primero, es un tanto cursis y melancólicos, pero en la edad que yo tenia entonces, menos de veinte años, experimentaba mis primeros males de amor...
Hoy retomo a Juan Ramón Jiménez, con diferente estado anímico, y espero que la lectura, más amplia, de sus obras, me aporte ricas y nuevas sensaciones.
¿Os gusta a vosotros la obra de Juan Ramón Jiménez?
¿Alguna vez releéis viejos libros que significaron mucho para vosotros años atrás?¿Os causan las mismas sensaciones? ¿Cambian vuestros juicios de valor con la nueva lectura?
Enlaces:
Juan Ramón Jiménez
Cronología poética
Clave poética de su obra
Zenobia Camprubi
Hoy retomo a Juan Ramón Jiménez, con diferente estado anímico, y espero que la lectura, más amplia, de sus obras, me aporte ricas y nuevas sensaciones.
¿Os gusta a vosotros la obra de Juan Ramón Jiménez?
¿Alguna vez releéis viejos libros que significaron mucho para vosotros años atrás?¿Os causan las mismas sensaciones? ¿Cambian vuestros juicios de valor con la nueva lectura?
Enlaces:
Juan Ramón Jiménez
Cronología poética
Clave poética de su obra
Zenobia Camprubi