Noite de lume, noite de meigas...
Cada 23 de junio, noche víspera de San Juan, en las playas de Riazor y Orzán, en Coruña, arden toda la noche con las hogueras que grupos de jóvenes, y menos jóvenes, organizan para festejar una de las fiestas más populares y ancestrales de toda Galicia.
Es noche de meigas y de símbolos. Se quema lo viejo, para renacer de nuevo. Hay también (aunque yo no conozco a nadie que lo haga en la actualidad) quien se baña en el mar, pasando nueve olas seguidas, en la creencia popular que con ello ha de procurar fertilidad... Bueno, hay quien se baña esa noche en el mar, pero es más bien para despejar la resaca de la fiesta...
Las personas de mi edad nos limitamos a contemplar las luminarias desde el paseo, mientras nos llega el humo, el calor, y el riesgo de que entre las pavesas que trae la brisa venga alguna chispa perversa. La verdad es que es todo un espectáculo, sobre todo cuando el tiempo acompaña, como lo hizo está noche, con una agradable temperatura.
A medianoche suele haber desfile de carrozas, desde el Ayuntamiento hasta el lugar de la quema de una falla con alegorías a los sucesos del año (en esta ocasión se refería a los 800 años de la creación de la ciudad de Coruña (a mi me gusta más nombrarla sin artículo, pues por algo se llamo Cruña con anterioridad) y a su Torre de Hércules. La fiesta para los mayores, como yo, y para los niños finaliza con la sesión de fuegos artificiales de la medianoche, y los jóvenes continúan la fiesta hasta que las brigadas municipales, y las palas, proceden a dejar la playa limpia como si nada hubiera pasado.
Es noche de meigas y de símbolos. Se quema lo viejo, para renacer de nuevo. Hay también (aunque yo no conozco a nadie que lo haga en la actualidad) quien se baña en el mar, pasando nueve olas seguidas, en la creencia popular que con ello ha de procurar fertilidad... Bueno, hay quien se baña esa noche en el mar, pero es más bien para despejar la resaca de la fiesta...
Las personas de mi edad nos limitamos a contemplar las luminarias desde el paseo, mientras nos llega el humo, el calor, y el riesgo de que entre las pavesas que trae la brisa venga alguna chispa perversa. La verdad es que es todo un espectáculo, sobre todo cuando el tiempo acompaña, como lo hizo está noche, con una agradable temperatura.
A medianoche suele haber desfile de carrozas, desde el Ayuntamiento hasta el lugar de la quema de una falla con alegorías a los sucesos del año (en esta ocasión se refería a los 800 años de la creación de la ciudad de Coruña (a mi me gusta más nombrarla sin artículo, pues por algo se llamo Cruña con anterioridad) y a su Torre de Hércules. La fiesta para los mayores, como yo, y para los niños finaliza con la sesión de fuegos artificiales de la medianoche, y los jóvenes continúan la fiesta hasta que las brigadas municipales, y las palas, proceden a dejar la playa limpia como si nada hubiera pasado.
Fotos de la falla de este año 2008, hecha el día 22, que estuvo un poquito nublado por la mañana.
No hay fiesta de San Juan en ningún pueblo, en ninguna ciudad de Galicia, en ningún barrio, en la que no se asen sardinas por todas partes, en los bares, en la calle, en las plazas... Todo huele a humo y a sardinas asadas. Se suelen acompañar con "cachelos" (patatas asadas con piel) y con pan de "borona" (hecho con maíz). Este año con la huelga de la flota pesquera se temió que no hubiera sardinas pero no sucedió así, aunque se pagaron más caras que otros años.
Hay un refrán que dice "Por San Xoán, a sardiña pringa o pan", que quiere decir que están en su sazón, dejando su rica grasa en el pan con el que se les acompaña.
Hay un refrán que dice "Por San Xoán, a sardiña pringa o pan", que quiere decir que están en su sazón, dejando su rica grasa en el pan con el que se les acompaña.
Tomando una sardina en un bar de la playa de Riazor. La foto es de la fiesta de San Juan del 2007, ya que este año no me hice fotos comiendo el preciado manjar aunque repetí la costumbre. Me acompañaban, Rosa (también bloguera) y mi prima Merce.
Ricas sardinas frescas y pan de borona
Cualquier rincón, la misma calle, sirve para asar y vender las sardinas. Muchos bares empiezan ya por la tarde a ir preparando las parrillas con las brasas...
Y así se va creando el ambiente.
Y así se va creando el ambiente.
Mientras unos preparan las sardinas en los bares y en las plazas, otros "acarrean" maderas y materiales de uso permitido para forman las hogueras de la playa (están prohibidos los neumáticos, colchones, sofás...) y que son aquellos que no desprendan humos desagradables o que dejen inadecuados residuos en la playa.
Como podéis ver por estas fotos, puede el entusiasmo...
Como el día estaba muy bueno, mientras algunos agotaban el tiempo de baño en la playa, otros iban tomando posiciones para ir colocando el material de sus luminarias.
Eran las ocho de la tarde...
Con la llegada de la noche la densidad de jóvenes ocupando el arenal iba en aumento....
Salen en la foto huellas de humo de algunas luminarias lejanas.
Cada grupo enciende su hoguera cuando le parece oportuno, Algunos se reservan para cuando baja la temperatura y así poder continuar en la playa, e incluso para calentarse después de un baño. Son pocos los atrevidos que se dan un chapuzón pues en estas costas el agua es demasiado fría.
Nota:
Tengo muy malas fotos de las hogueras porque no manejo bien la cámara y casi siempre me sale vídeo y luego no se hacerme con las imágenes que me interesan, ni tampoco se subir los vídeos al blog. Tengo mucho pendiente para aprender...
Los fuegos artificiales a la medianoche.
Queda un rito final. Dejar toda la noche en agua, un manojo de flores y hierbas olorosas, sobre todo margaritas de San Juan, y por la mañana lavarse la cara con esa agua tan bien oliente y fresca, que simboliza el quitarse el mal olor del mal.
Es una fiesta de fuego y de agua. De morir y de renacer.
Es una fiesta de fuego y de agua. De morir y de renacer.
Una inmigrante latina vendiendo ramos de de flores y hierbas en Riazor durante la noche, para los que no las tenían ya en casa. La verdad es que no eran las plantas más indicadas pero los vendía seguido y se habrá hecho con un dinerillo extra...
Y este es el ramito que yo dejé en una palangana ayer noche en mi lavabo para seguir la tradición de lavarme ésta mañana la cara con esa agua que por cierto olía de maravilla.
El verano ya está aquí y ha comenzado con la alegría de la fiesta de San Xoán, una fiesta muy popular y arraigada en toda Galicia.
La verdad es que hay otras muchas celebraciones de la festividad de San Juan por otras zonas de España y en otros países que son muy interesantes, y que vosotros conocéis y podéis contar, ¿no?, por ejemplo las que se celebran en Menorca...