Cuando aún el Faro de Hércules no había apagado su luz, ni las estrellas se habían ocultado, Deneb, traía al mundo a su primer bebé.
Esto sucedía, rayando el alba, del jueves 16 de julio, en las piscinas naturales situadas en el exterior del Aquarium Finisterrae.
Aquarium Finisterrae, al pie de La Torre.
Una estrella de verano.
Deneb, coruñesa de nacimiento, es una de las cinco focas hembras existentes en el Aquarium Finisterrae. Su bonito nombre es el mismo que el de una de las estrellas más luminosas que existen en el firmamento, concretamente la más brillante de la constelación del Cisne (Alpha-Cygni), que se localiza en la latitud norte y que es fácilmente visible en el cielo de verano.
Deneb, aquí, en nuestro norte gallego, junto a la Torre de Hércules, y en un día de verano, nos ha regalado otra estrella: su foca bebé.
Deneb, aquí, en nuestro norte gallego, junto a la Torre de Hércules, y en un día de verano, nos ha regalado otra estrella: su foca bebé.
Esta fue la novedad que me encontré cuando, en un paseo mañanero y turístico por la Ciudad, me desplacé al Aquarium para visitarlo, además de asistir allí a la inauguración de una interesante exposición de pintura, de la que daré cuenta en otra ocasión.
Hice unas pocas fotos que no salieron muy bien ya que el zoom de mi cámara no da para mucho y hoy, por razones obvias, era imposible acercarse al lugar donde Deneb, la recién estrenada mamá, intentaba adiestrar a su bebé, del cual aun flotaba en el agua, junto a la placenta de la madre, la primera muda de su piel, producida al momento de nacer. Sus cuidadores estaban haciendo turnos de guardia, desde una especie de improvisado garito cubierto por una lona roja (llovió a ratos durante la mañana) y provistos de prismáticos para no perder ninguno de los movimientos de la madre y su bebé. Una de las veces Deneb llevó a la pequeña foca hasta el borde de la plataforma animándola a zambullirse, dando ella ejemplo, pero su perezoso bebé no la siguió, entonces ella volvió pacientemente a su lado para seguir estimulándolo, lo paseó un poquito y luego, después de arrimarse a él, se volcó panza arriba dulcemente para que pudiese mamar. Era la segunda toma del bebé después de su nacimiento. El joven cuidador, que observaba con los prismáticos, sonrió satisfecho y tomó nota en su cuaderno de esta positiva relación materno filial para su control.
Yo estaba feliz presenciando la primera aparición en público de la nueva estrella. Todavía no han verificado su sexo e ignoro el nombre que van a ponerle. Si voy otro día por el Aquarium y vuelvo a ver a este precioso bebé, preguntaré como le llaman y os lo diré.
Es estupendo esto de estar jubilada y poder circular a cualquier hora por la Ciudad haciendo turismo y teniendo la oportunidad de presenciar en directo lo que sería un hermoso documental. Lamento no poder ofreceros unas buenas fotos, ya que para colmo se me acabo la batería y empezó a lloviznar.
De regreso a casa volvió a salir el sol y vine dando un paseo por la playa de Riazor. Completa mañana para una jubilada, jubilosa de conocer la recién estrenada maternidad de Deneb.
Piscina natural del Aquarium
Desde bastante lejos, pude divisar a Deneb en compañía de su cría.
Deneb, después de zambullirse en el aua, vuelve con su bebé para estimularle.
Quedaban felices, recoriendo la piscina, cuando me marché. Volveré a visitarlas
Llevo más de dos semanas retirada del ordenador, pero no he podido resistirme a presentaros a Deneb, bonita foca, mamá primeriza, en el día del nacimiento de su bebé. Bueno, dado la hora que es, tengo que decir que fue ayer, pero el bebé aún no cumplió 12 horas de vida.