El viaje de José Saramago.

"EL TIEMPO NO SE PARA. EL VIAJERO VUELVE POR EL MISMO CAMINO..."

"HA HABLADO EL VIAJERO DE UNA Y MUCHAS INTERROGACIONES".

"VIAJAR ES DESCUBRIR".
José Saramago. (foto tomada de Internet)

Las frases y fragmentos citados, pertenecen a las páginas del libro de José Saramago "Viaje a Portugal". Este libro es muy querido para mi por dos cosas, una, porque versa sobre el País que "descubrí" hace muchísimos años, del que me enamoré y que siempre me gustó frecuentar, y dos, porque en los últimos viajes al país luso, tratando de revivir viejas emociones y estrenar otras nuevas, quise verlo también a través de la palabras de Saramago, de su sensibilidad, de su mirada atenta de viajero, que ve y percibe más allá de lo que se muestra ante sus ojos, porque, como el dice, "El viajero no es un turista, es viajero. Hay una gran diferencia. Viajar es descubrir, el resto es simplemente encontrar".

Creo que Saramago ha sido esencialmente eso, un viajero, constante y esforzado, por los caminos recónditos del pensamiento crítico, de las dudas e interrogaciones del alma humana, como la fatalidad y la muerte, de los valores de justicia y de solidaridad que deben regir la convivencia, de los hilos que manejan el poder actual y de las claves necesarias para preservar la democracia...

Ha sido un pensador, un filosofo, un buscador de la verdad, de la justicia, de los derechos humanos, de la igualdad. Y además escribía, escribía bien. ¿O era al revés? ¿Escribía bien y además pensaba? No. Pensar, reflexionar, tomar conciencia de la realidad intentar descubrir y encontrar soluciones, fue su principal preocupación y ocupación, traduciendo su compromiso en palabras, en literatura de calidad, profunda, intensa, sincera.

Creo que era un hombre ético, digno, honrado, coherente. Y también de trato amable y cortés, como son los portugueses.


En junio del 2009, hace un año, José Saramago estuvo en Coruña con motivo del las "VI Diálogos Literarios de Mariñan", encuentro de escritores, que anualmente convoca la Fundación Carlos Casares y que patrocinan diversas entidades públicas y privadas. Una de las actividades se celebró en la sede de la Fundación Caixa Galicia, el día 3 de junio, y fue un acto abierto al publico, en el que intervinieron el escritor coruñés Manuel Rivas y José Saramago, con Rosa Aneiros, escritora gallega, como moderadora, sobre el tema "Narrar, lembrar" (recordar).

Aunque Saramago nos habló de sus recuerdos de infancia y la relación con sus obras literarias. Más que estar ante un literato tuve conciencia de que escuchaba las palabras sabias y precisas de un gran pensador y filósofo.

Sentí no ir provista de papel y lápiz para recoger sus pensamientos. Tomé unas notas al llegar a casa para no olvidar algunas de sus ideas, las que más me habían impactado,  y  que hoy  quise referenciar en este post, no he dado con ellas. ¡Tantos papeles tengo! Guardo todo y luego no encuentro nada en el momento oportuno.

De sus palabras era fácil deducir una personalidad sencilla, una actitud de humildad. Estas frases suyas creo que lo expresan adecuadamente

"No escribo para agradar, ni tampoco para desagradar, escribo para desasosegar"

"Seguiré escribiendo intentando comprender, porque no tengo nada mejor que hacer y sabiendo que llegaré al final sabiendo lo mismo que sabía antes, es decir poco o casi nada".

" El triunfo no ha sido un objetivo para mí".

Jose Saramago, dice adiós al publico.

Libro y dedicatoria










Después que terminó el acto, agradecí a Saramago que me firmase su libro.

Me encanta ahora pensar que tuvo entre sus manos este ejemplar, con el que seguiré viajando "en su compañía".

Saramago, sigue viaje.

José Saramago, nacido en Portugal (Azinhaga, 16 de noviembre de 1922), premio NOBEL de Literatura en 1998 ( primero otorgado a un portugués), de extensa obra literaria (novelas, ensayos, relatos, poesía, teatro, etc.) ha viajado por los cinco continentes participando en actos literarios y recibiendo honores y distinciones de numerosas universidades. José Saramago es además de un gran escritor un hombre difícil de olvidar.

José Saramago, con 87 años, nos deja como herencia, en palabras impresas, sus pensamientos y reflexiones, su literatura.

El continúa el viaje, hacía donde lo empezó, por el mismo camino que busca y lleva a la Sabiduría, capaz de trascender lo terrenal para alcanzar la plenitud de lo sublime.

* * *

18 de junio de 2010. Saramago fallece en Lanzarote.
¡Descanse en paz!