Moda de ayer y de hoy. Cuellos y estolas de "quita y pon".
Ayer por la noche, cuando regresaba a mi casa, que está cerca de la primera tienda de Zara en Coruña, me paré en su escaparate, puesto con mucho más gusto y vistosidad que el que yo he podido captar en mis fotos, como mera aficionada. Me llamaron la atención los cuellos de piel, tipo zorro, supongo que sintéticos (aunque también podrían ser auténticos, de otras pieles y trabajados con nuevas técnicas. No he tenido tiempo de averiguarlo), muy bonitos y favorecedores.
Según vi los cuellos de piel me vino a la memoria una foto que tengo en casa, de finales de los años cincuenta o inicios de los sesenta (no está indicada la fecha) en que mi madre, una hermana suya y unas amigas se fotografiaron por la calle cuando iban a una boda y, curiosamente, todas llevan algo de piel; unas, un amplio cuello de zorro plateado, auténtico, y, otras, una estola y un cuello, de otro tipo de piel que no alcanzo a reconocer. Esta foto sugiere que las modas de ayer vuelven hoy, aunque, por supuesto, con variantes y toques de modernidad.
Del hoy me gusta el colorido y que resulten muy ponibles, incluso calzando botas.
Del hoy me gusta el colorido y que resulten muy ponibles, incluso calzando botas.
Del ayer (como en esta foto que os incluyo), me gusta la elegancia que traslucen esas mujeres. Tres llevan sombrero y dos, las de la derecha, un tocado que no se percibe bien en la fotografía. Isabel era mi madre y Quina es su hermana, mi tía, que tiene ahora 92 años y se mantiene estupendamente.
Me gusta esta foto. Mujeres a la moda, familiares y amigas, jóvenes, guapas y elegantes. Entonces eran felices y yo podía participar de esa felicidad. Ahora es solo una imagen, un recuerdo... ¡Un hermoso recuerdo!
El viernes pasado, en Valladolid, a donde me desplacé con motivo de unas Jornadas, asistí a una cena en compañía de un grupo de personas muy agradables. Una de ellas, una señora de cierta edad, pero espíritu muy juvenil, lucia, con desparpajo, sobre un atrevido y vistoso traje de shantung rojo, un cuello-estola de piel, color negro, que conservaba desde hacía muchos años, según nos contó.
Al verla, recordé esta página y, pensando en ampliarla, fotografié a Eva, una joven periodista, guapa y muy simpática, que, para amenizarnos la sobremesa, nos hizo unos graciosos "pases" luciendo la estola de la señora del traje rojo (no recuerdo el nombre).
Ahora tengo una nueva foto, la de Eva, para mostraros aquí, sintetizando con su gracia y belleza, el hoy y el ayer de la moda. ¡Simpática combinación!
Anexo: 2 de noviembre, 2011
El viernes pasado, en Valladolid, a donde me desplacé con motivo de unas Jornadas, asistí a una cena en compañía de un grupo de personas muy agradables. Una de ellas, una señora de cierta edad, pero espíritu muy juvenil, lucia, con desparpajo, sobre un atrevido y vistoso traje de shantung rojo, un cuello-estola de piel, color negro, que conservaba desde hacía muchos años, según nos contó.
Al verla, recordé esta página y, pensando en ampliarla, fotografié a Eva, una joven periodista, guapa y muy simpática, que, para amenizarnos la sobremesa, nos hizo unos graciosos "pases" luciendo la estola de la señora del traje rojo (no recuerdo el nombre).
Ahora tengo una nueva foto, la de Eva, para mostraros aquí, sintetizando con su gracia y belleza, el hoy y el ayer de la moda. ¡Simpática combinación!
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Anexo:
Una página de este blog relacionada con Zara y Amancio Ortega:
http://www.jubiladajubilosa.com/2009/03/los-grandes-empresarios-nacen-o-se.html