Cesaria Evora se ha ido "nas ondas verdes do mar"

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Desde que el pasado septiembre, y por razones de salud, se retiró del mundo de la canción, en París, para trasladarse a Cabo Verde, temí que esto pudiese suceder, que Cesária Évora, la "reina de la morna", la "diva de los pies descalzos" nos dejara huérfanos de su presencia, aunque no de su espíritu, de esa "sodade", que impregna sus canciones, de ese sentimiento dulce y nostálgico que nos traslada a las aguas atlánticas, al archipiélago de Cabo Verde, en concreto a la Isla de san Vicente, donde Cesária nació y donde, tristemente, falleció ayer, 17 de diciembre, como consecuencia de una grave insuficiencia cardiorespiratoria.

Parece como si hubiera querido hacer suya la letra de una de sus canciones: "É doce morrer no mar, nas ondas verdes do mar"... Cuando en septiembre suspendió todos sus concierto, decidió volver a su "Paraíso Di Atlántico", a tierra, a su mar, a sus raíces caboverdianas, a su isla de San Vicente... El mar y San Vicente es un tema frecuente en sus canciones, como por ejemplo, "Mar azul", "Mar de Canal", su concierto "Rogamar", que puede escucharle, en directo, en Coruña en el año 2007...

Desde que la pasada noche, cuando supe por el telediario nacional, del fallecimiento de Cesária, de su ausencia física, que no espiritual, me puse a recordar sus canciones, a escucharla de nuevo, a repasar la poesía de sus letras de sus canciones, a actualizarme con en las últimas versiones y las nuevas incorporaciones que yo no conocía.

Para una información más extensa sobre Cesária Evora, su estilo musical, las mornas y otras músicas y ritmos de Cabo Verde, algunas de sus canciones más famosas y de mis preferencias, os remito a una página de mi blog que le dediqué en 2007. En este post añado dos vídeos que creo son apropiados para esta ocasión, al menos para mi.

En uno, canta con la brasileña Marisa Monte la canción "E doce morrer no mar" (Es dulce morir en el mar). Cesária ha fallecido, en su isla de San Vicente, a la brisa de su mar.

En el otro,en la canción titulada "Tiempo y silencio", que comparte con Pedro Guerra, nos habla de "una casa en el cielo, un jardín en el mar.../... un deseo de estrellas.../... morir en tus brazos..."

Esto es lo que yo creo ahora, que Cesária transita por aposentos celestes, entre las estrellas, en jardines marinos... Siempre haciéndonos llegar, a través de la herencia de sus canciones y de su voz cálida, llena de sentimiento, la "sodade", esa nostalgia de ausencia, al recordarla sobre el escenario, con sus pies descalzos...

Cesária Évora, descansa en paz. No voy a olvidarte porque te escucho muy frecuentemente, una y otra vez sin cansarme, al contrario, cuanto más te escucho, más me gustan tus canciones y tu interpretación. ¡Gracias Cesária por la compañia de tu voz y los sentimientos que transmite!