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Bellezas húngaras
Viajar es siempre hermoso, conocer Budapest lo es más todavía.
Estuve en Hungria a primeros de septiembre, en un apretado viaje que solo te deja recuerdos tipo flash, vistas panorámicas, y la sensación de haber conocido "in situ", la colección de postales que ofertan las guias de turismo, sin apenas referencias humanas ... No es el tipo de viajes que me gusta hacer, ni al que estaba acostumbrada cuando viajaba, con un mínimo de imprescindible programación y en coche particular, con tiempo suficiente y unas piernas ágiles para callejear, explorar por mi cuenta y descubrir aspectos no sugeridos en guias ni folletos. Ahora viajo con las restricciones de adaptarme a un grupo, a unos horarios apretados, y con una pérdida de facultades que no me permite la aventura ni la exploración improvisada. Pero bueno, menos es nada. Después de varios años sin salir de la "piel de toro", he conseguido "asomarme" al hermoso Danubio. Lo de asomarme es casi literal, pues la ciudad de Budapest, cruzada amplia y generosamente por el río, posee, a ambos lados de sus orillas y asentados en suaves colinas, innumerables monumentos y miradores desde los que contemplar su gran hermosura.
Bastión de los Pescadores en la Colina de Buda.
Por suerte, la mañana que subimos a la colina del Castillo en Buda, en el lado oeste de la ciudad, el sol quiso acompañarnos, quizás para compensar la lluvia que el día anterior estropeó nuestro recorrido turístico.
Dimos un paseo por las calles principales, admiramos la céntrica Plaza de la Santísima Trinidad, el edificio del antiguo ayuntamiento de Buda, la Iglesia de Matías, llamada así por su vinculación con Matías I (Corvino), Rey de Hungria, pero que en realidad es la Iglesia de Nuestra Señora, consagrada a la Virgen María, patrona de Hungria, hermoso edificio neogótico que luce unos vistosos tejados de coloristas cerámicas.
En las plazas y jardines del entorno de la iglesia, el ambiente era festivo y agradable: músicos, artistas exponiendo a la venta pinturas y dibujos, halconeros dispuestos a mostrar sus habilidades en la cetrería, cómicos, y... turistas, muchos turistas.
Iglesia de Matias, Bastión de los Pescadores y San Esteban
Y presidiéndolo todo, el monumento con la estatua ecuestre del primer rey del País, Esteban I, San Esteban, patrón de Hungría.
Al fondo de la plaza, los turistas se turnaban para conseguir un buen puesto en los balcones del Bastión de los Pescadores y poder fotografiar las inmejorables vistas de Pest y del Parlamento, en la otra orilla del Danubio.
XXII Festival Internacional del Vino.
Fue casual encontrarnos en Buda, el último día de la Fiesta del Vino (del 11 al 15 de septiembre), lo que me dio oportunidad de conocer algo sobre los vinos de Hungría y disfrutar de su folclore.
El Festival, celebrado en las terrazas del Palacio de Buda, donde se instalan carpas y puestos para degustar y comprar vinos de las diferentes regiones del país, no lo vi en su apogeo, sino cuando algunos de las cofradías de custodios del vino, con representación en el festival, se acercaron al Bastión de los Pescadores, en el que nos encontrábamos, un poco antes de abandonar el lugar para ir a comer
Hungría. Tienen 22 zonas con denominación de origen, en las que se cultivan variedad de cepas, algunas autóctonas, existentes ya en tiempo de los celtas, y mantenidas por los romanos. Durante el régimen comunista se elevó el consumo y producción de los vinos en detrimento de la calidad y conservación de las mejores cepas. Actualmente los vinos húngaros ocupan un lugar destacado en Europa. En cada zona de cultivo existen cofradias encargadas de custodiar y velar por la calidad y pureza de sus vinos, así como proteger la producción y mantenimiento de sus mejores cepas, haciendo que se adecuen a la denominación de origen en la que basan su fama.
Entre las regiones o comarcas vitivinícolas, destacan las de Tokaj, en el noroeste del País, de la que es muy conocido su vino dulce para postres llamado "aszú", citado en el himno nacional y considerado popularmente como "rey de los vinos". Las zonas de Kunság, Csongrád y Hajos-Baja, en el sur, son también famosas. La región de Eger, en el nordeste y zona de los Cárpatos, tiene buenos tintos (muy conocido su "Bikavér" "sangre de toro"), lo que permite que a la región se le conozca como la Borgoña de Hungria, así como a la región de Villány, situada en tierras más cálidas al sur, y que producen vinos de más calidad y cuerpo, equivaldría, siguiendo las comparaciones, al Burdeos húngaro. Székszárd, región algo más hacia el norte que Villány, produce también buenos tintos. Los vinos de Székszárd, que interesan mucho a los húngaros por sus viejas cepas autóctonas y su arraigo, fueron ensalzados por Schubert en su obra "El Quinteto de la Trucha", y también por Liszt en su composición "Misa en Székszárd".
En Budapest hay muchos sitios donde degustar, comprar y conocer los vinos de Hungría. Precisamente en el distrito del Palacio Real de Buda, se encuentra la Real Casa del Vino y Museo del Vino.
Para degustar los vinos hungaros, son lugares muy famosos el "Cellar Faust", bodega situada en el histórico laberinto de cuevas existentes bajo tierra en la zona del Palacio, como también lo es, el conocido "Bock Bistro", propiedad de Jozsef Bock, famoso enólogo de Villány.
Conste que este tema del vino me ha quedado pendiente para la próxima visita a Budapest, pero gracias a esta Fiesta pude informarme un poco de lo mucho que me queda por conocer de Hungría. ¡Y con lo que a mi me gustan los buenos vinos! ¡Otra vez será!
Cofrades del vino
Baile folclórico, para remate de una hermosa mañana en Buda.
Ellas, observan y aguardann ser invitadas al baile.
Ellos, muestran sus habilidades para conquistarlas.
Por fin ellos se deciden a invitar a las chicas al baile.
¡Y se animan!
UNA CONSIDERACIÓN
Pues en Coruña, hemos celebrado este pasado verano la III Edición de la "Oktoberfest Olé!" ¿Qué les parece?
En pleno mes de agosto, el de más turismo en Coruña, lo celebramos comiendo salchichas y bebiendo cerveza de Alemania. No tengo nada en contra de estos buenos productos germanos, pero...
¿Por qué no una Fiesta de los excelentes vinos de Galicia, con pulpo, mariscos, etc. etc. ? Acompañada de nuesro folclore.
Sobre todo cuando en los últimos años, las "oktoberfest" de exaltación de la cerveza alemana, están proliferando bastante en las fiestas de verano de Galicia, sobre todo por las Rias Baixas.
¿Por que los demás son tan listos y nosotros no aprovechamos lo nuestro para promocionarlo y darlo a conocer, cuando hay más visitantes en la Ciudad? Budapest no es una región vinícola pero los húngaros saben aprovechar el tirón turístico de la ciudad para presentar los productos, gastronomía y folclore de otras regiones del País.
¡¡¡Por favor!!! Rentabilicemos Galicia, sin menospreciar lo demás.
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Vídeo hecho con fotos. Danza hungara.