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Plaza de María Pita. Coruña

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9 de junio de 2013

San Sebastián. El "Peine del Viento". Playa de La Concha...


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 "Peine del Viento". Obras del escultor Eduardo Chillida, en Donostia (San Sebastián).






















El viaje

Con un grupo de jubilados de Coruña, socios de UDP (Unión Democrática de Pensionistas), y a principios del pasado mes de mayo,  hice un viaje desde la ciudad herculina hasta Bilbao, después de una parada en Gijón para dar un paseo por la ciudad y comer una estupenda fabada, acompañada de excelente sidra. 
 
Mi motivación para hacer un corto viaje al País Vasco era repasar algunos de los lugares que conocí durante la etapa de mi trabajo en Vitoria (1968--1973), época en la que recorrí  ciudades y pueblos de las tres provincias vascas, aprovechando las posibilidades que me proporcionaba mi utilitario "600" para visitar y conocer sus bellos paisajes y costumbres.

Sobre todo tenía ganas de ver las innovaciones y positiva transformación de la ciudad de Bilbao y conocer su Museo Guggenheim,  así como visitar en Guipuzcoa las obras del escultor Chillida,   pasear por la entrañable para mi ciudad de Vitoria... 

San Sebastián. El "Peine del Viento"

Ubicados en Bilbao, aprovechamos un día para desplazarnos  hasta San Sebastián. Al llegar a la ciudad donostiarra, y sin desanimarnos por la mañana húmeda y con niebla que nos acompañaba, hicimos la primera visita, siguiendo la Playa de Ondarreta hacia la Punta Torrepea, caminando por el Paseo de Eduardo Chillida, hasta alcanzar el enclave en que se sitúan las famosas obras de este magnifico escultor, tituladas "Peine del Viento", realizadas en acero corten, material que permite solventar con ventaja los problemas de corrosión implícitos en un lugar donde el mar y el viento producen una erosión constante. Las esculturas, realizadas en la forja de Patricio Echevarria, en Legazpia, pesan cada una aproximadamente tres toneladas y miden  dos metros de altura.

Para que las obras de Chillida pudieran instalarse  en las rocas, de esta batida zona de la costa donostiarra, fueron  importantes los trabajos de anclaje de las esculturas  realizados por el ingeniero José María Elosegui, al igual que también hay que destacar la colaboración del arquitecto Luis Peña Ganchegui, que diseñó la explanada desde la que se contemplan las esculturas, hecha en granito rosa de Porriño (Galicia), cuyo color armoniza perfectamente con el de las rocas del enclave. La superficie esta provista de unos orificios o bocas que en los días de mar alto y muy batido, actúan a modo de fumarolas, permitiendo que asciendan por ellos chorros del agua salina,  que el viento se encarga de disipar cubriendo, a modo de salitrosa y cristalina niebla, el "Peine del Viento", que  adquiriere  así un especial halo de misteriosa belleza.

Lástima que durante mi visita la marea estaba baja. Me hubiera encantado ver las esculturas "peinando" , entre sus férreas curvas rojizas, la blanca y sutil espuma producida por un batiente oleaje y dispersada  por el viento. 

Sentí también, para completar la visión del "Peine del Viento", no poder visitar, por estar actualmente cerrado al público,  el Museo "Chillida Leku" (Lugar de Chillida), en Hernani, donde sus obras están instaladas entre jardines y bosques, rodeando el caserío Zabalaga, conjunto dispuesto por el propio escultor para  conservar el legado de su obra.

Las obras de Chillida expresan perfectamente, a mi modo de ver,  lo que entiendo por  carácter vasco. Sencillez en la forma y en las maneras,  fuerza y temple en la condición  y materia. Identificación con la tradición y la naturaleza. Orgullo de pertenencia al propio pueblo. Respeto y amor por sus raíces. 

El tiempo que viví  entre los vascos, y siguiendo su ejemplo,  aprendí yo también a amar a mi tierra. Quizás también por tener ascendientes vascos, abuela paterna,  siento algo especial por ese pueblo y esa tierra, que  más que admiración, es sentimiento,  emoción honda e íntima.


San Sebastián, por la mañana, temprano.


Isla de Santa Clara y Monte Urgull desde la Playa de Ondarreta.



Aprovechando que estábamos en la zona de la Playa de Ondarreta, nos dirigimos al mirador de los jardines del  Palacio Real de Miramar,  hoy hermoso y cuidado parque  municipal, para contemplar las vistas de la Ciudad de Donosti, y toda vez que la amenaza de lluvia nos hizo desistir de subir al Monte Igueldo, ya visitado en otras ocasiones,  y desde donde la panorámica es ciertamente excelente.
 Playa de La Concha desde los jardines del Palacio Real de Miramar.
 

Antes de pasear por la Playa de La Concha, y esperando que despejara la niebla al avanzar el día,  nos decidimos a visitar la Parte Vieja de la ciudad, a partir del lugar en que se encuentra el moderno edificio del  Kursaal, a donde nos trasladó y dejó el  autobús. 



Echamos un vistazo a la Playa de Zurriola, y desde allí hice unas fotos, aunque con mala visibilidad,  del Monte Ulia, y del Monte Urgull, que desciende hasta el Paseo de Salamanca, en la desembocadura del río Urumea. Atravesamos luego el transitado  Puente de Zurriola o del Kursaal, y con el Ayuntamiento de fondo, como orientación, nos dirigimos por el Boulevard, hacia las zonas de más encanto y tradición  donostiarra.




                       Playa de Zurriola                            




                     El mar, en la desembocadura del Río Urumea                         


                             















Mercado de la Bretxa


Teatro Victoria Eugenia                                                   


Pasamos por el Teatro Victoria Eugenia y echamos un vistazo al colorista y bien abastecido Mercado de La Bretxa. En la Alameda del Boulevard, fotografío el  quiosco de la música, preciosa joya del modernismo, hecho en hierro forjado y cristales de bellos colores, y encargado en 1906 al famoso artista y arquitecto aragonés Ricardo Magdalena Tabuenca (y no, como erróneamente  creen algunos,  a Gustave Eiffel). Próximos al  Ayuntamiento, tomamos la Calle Mayor  para visitar la Plaza de la Constitución y la Basílica de Santa María, en la que  entramos para  ver  a la Virgen del Coro, patrona de la ciudad.


Quiosco de la Música, en la Alameda del Bulevar

Después de la visita  a la Basílica, tuvimos un tiempo libre hasta la hora de comer. Me dí prisa antes de que cerrara, para visitar la singular iglesia de San Vicente, en la que se conjugan diversos estilos,  y que guarda vestigios de sus antiguas funciones defensivas.

Museo de San Telmo. 

Muy próximo a la iglesia de San Vicente, se encuentra este interesante museo, ubicado en lo que fue antigua fundación monacal dominica, hoy  propiedad municipal, y que en su día se erigió  gracias a sus fundadores  Alonso de Iidiáquez y Yurramendi, secretario del emperador Carlos V, y su esposa  Gracia de Olazábal.





En este Museo, del que no tenía referencias previas,  me llevé algunas sorpresas, como la de su luminoso claustro, la rica colección de lápidas funerarias, y las interesantes pinturas murales  de su capilla mayor, obra del pintor José María Sert, que las empezó en 1928. 





Las pinturas  creo que me impactaron por el ambiente del momento en que las vi, con la capilla  a oscuras, un andamio en el centro (por motivo de unas reformas que se están llevando a cabo) y unos focos que iluminaban solamente  los extraordinarios frescos, en los que predominan, casi en exclusiva, colores ocres, marrones y dorados. Todo estaba en  silencio, con la única presencia de un técnico, subido al andamio, y una pareja que compartió conmigo asiento en un banco. Se escuchaba música religiosa de fondo. Me produjo una sensación especial aquella visión inesperada de belleza, ¡hay momentos mágicos!.

Como no me salieron bien las tres fotos que hice de las pinturas de la capilla, incluyo  una, tomada en Internet, con motivo de un concierto de jazz, celebrado allí, en el que actuó el conjunto noruego Jan-Bang.

Capilla Mayor de San Telmo. Concierto de la Jan Bang. 2011
Foto de Lolo Vasco /Jazzaldía. Publicada en "El Diario Vasco".
                                                                                                                                       
 Museo de San Telmo en el momento de mi visita

 












El claustro










De los placeres del espíritu a los del paladar.

Estar en San Sebastian y no tomar  "pintxos" sería imperdonable. Desde el Museo de San Telmo deshice el camino hacia la Basílica de Santa María, porque me había fijado antes en los muchos bares y restaurantes del entorno. Parándome ante una de las casas más antiguas de la ciudad para hacer unas fotos, fui a dar, por olfato, en el "Gandarias" (al parecer uno de los famosos de la zona). La hora del aperitivo aún no estaba en su apogeo, el ambiente era tranquilo y agradable, me instalé en la barra  y tomé un tinto con un par de pinchos calientes,  ¡buenísimos! 


Después me dirigí por la calle del Puerto en dirección al mar, observando que estaba empezando a animarse el ambiente de chateo, tanto en esta calle como en las transversales.













Vistas desde el puerto

Pasé por delante del  Ayuntamiento y de los Jardines de Alderdi Eder, lleno de árboles tamarices (muchas personas creen que se trata de tamarindos pero no es así, el tamariz es muy diferente), cuyas ramas todavía se encontraban desprovistas de hojas. Dejé la vista de los jardines y del mar para ir hacia la Calle Loiola y llegar a las dos delante de la  gótica Catedral del Buen Pastor (cuya torre me recuerda la de la catedral de Oviedo) para reunirme allí con el grupo del viaje e ir todos juntos a comer.





Ayuntamiento y Jardines de Alderdi Eder


 






Por la tarde. Paseo por la Playa de La Concha

Casa Real de Baños

Después de comer tuvimos tiempo libre  hasta la hora de regresar a Bilbao. Por suerte se había disipado la niebla y lucia el sol, que, aunque no radiante, era suficiente para disfrutar de una agradable temperatura  dar un paseo recibiendo la brisa del mar, además de poder tomar un café en una de las hermosas terrazas que se asoman a esta bella bahía.

Sola, me encaminé en primer lugar hacia la zona donde se emplaza la sede del Club Eguzqui y que fue antigua Casa Real de Baños, construida en 1911 para sustituir a la anterior hecha en madera, y luego el precioso conjunto llamado La Perla, que data de 1912, anteriormente también de madera y dedicado entonces a Casa de Baños o Balneario, uno de los más hermosos del mundo, y convertido hoy en moderno talaso, formando conjunto con un restaurante y cafeterías con terraza.






Cafeterías y terrazas del edificio La Perla en el Paseo de La Concha


Una vez que hube tomado un rico café, me entretuve observando el paisaje y a las personas que  disfrutaban del mar o a las que, como yo, se limitaban a pasear a lo largo de la tradicional barandilla de hierro forjado, tantas veces fotografiada por su belleza y elegancia.

























































San Sebastián. Una ciudad cómoda para usar bicicleta.







Hermosos puentes sobre el río Urumea.















Al fondo, Puente de María Critina







 Puente de Santa Catalina




Puente de Zurriola o del Kursaal

Un pequeño descanso  antes del regreso.

Como el autobús iba a recogernos en la zona del Kursaal, en el mismo lugar que nos había dejado a la mañana, decidí, antes de cruzar el puente, ir al elegante hotel María Cristina a tomar una consumición para conocerlo. Allí me encontré con un pequeño grupo de la excursión disfrutando de amable tertulia.


  

El  Puente de Zurriola y el mar, como despedida.




San Sebatián, Donostia, Easo, aguarda  al viajero, siempre acogedora.

El verano esta a punto de comenzar (eso esperamos todos) y la Ciudad, que se inundará  de luz y de color, conseguirá que sus visitantes disfruten con su elegante belleza y  excepcional ambiente.


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Sugerencias  en mi blog.

Puente colgante de Portugalete. Vizcaya
http://www.jubiladajubilosa.com/2013/07/puente-de-vizcaya-puente-de-portugalete.html

"La araña". Museo Guggenheim. Bilbao.
http://www.jubiladajubilosa.com/2013/05/la-arana-obra-de-louise-bourgeois.html





37 comentarios:

Francisco Espada dijo...

Precioso reportaje de una ciudad que tanto amo y tanto me gusta. Estuve trabajando en Zaraut hace muchos años y me enamoré de aquella tierra. Tu reportaje es magnífico y las fotos muy numerosas y buenas.
Un abrazo

Chela dijo...

Perdonad que haya estado tanto tiempo ausente del blog y no haya visitado los vuestros. Tuve razones. Hoy intento retomar el contacto.
Un abrazo a todas las personas que visitáis estas páginas.

Ligia dijo...

Excelente reportaje fotográfico con el que he revivido el viaje al País Vasco que hice hace un par de años. Nosotros nos quedamos en Bilbao cerquita del Guggenheim, y el día que fuimos a San Sebastián estaba lloviendo mucho, así que no lo pudimos disfrutar en todo su esplendor. Abrazos

Chela dijo...

Francisco Espada:
Gracias por tu visita y tus palabras.
Yo también trabajé en el Pais Vasco cuatro años y cuentan entre los más felices de mi vida.Amo a ese Pueblo.
Un abrazo.

Chela dijo...

Ligia:
Nosotros empezamos también el día con paraguas, pero por suerte pronto dejó de llover y al mediodia lució el sol. La pena cuando llueve es que no se puede pasear relajadamente y las fotos no salen bien de luz.
De cualquier manera en San Sebastián hay sitios estupendos para ver y estar aunque sea con lluvia.
Un abrazo.

Genín dijo...

Las esculturas de Chillida y el Kursaal, no estaban en mis tiempos, lo demás todo igual, me has trasladado a mi niñez y juventud, con la acostumbrada generosidad de tus entradas, tanto en fotos como en textos :))
Besos y salud

Maluca dijo...

Tengo una foto del año pasado justo en ese mismo lugar e hice más o menos el mismo recorrido: playa de la Concha, peine de los vientos, K,ursal, comiditas, etc. Yo que suelo viajar sola con mi pareja, he visitado el País Vasco siempre acompañada de otros. El otro día pensaba sobre ello y también que nunca había escrito sobre esos viajes. Quizá lo haga. Besos

Marcos dijo...

Chela nos traes un precioso reportaje fotográfico. Me has recordado que hace ya demasiado tiempo que no viajo por esas belllas y sabrosas tierras.
Veo lo has disfrutado y no te has perdido nada.

Meme dijo...

Buenos días querida Chela. Sabes que te echábamos de menos, pero hoy nos has resarcido con creces esta ausencia. Gracias por poder pasear de tu mano por la Bella Easo.

Abrazos

Chelo dijo...

Me alegra saber que estás bien me tenías preocupada por no responder a mis correos.
Precioso y preciso reportaje de una ciudad que no es demasiado conocida para mi.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Estimada Chela:

ha sido una pena no saber de tu venida a esta ciudad, pues hubiera sido para mi un placer saludarte e invitarte a un café. Otra vez será.

De cualquier manera, la descripción que haces de la ciudad, y las palabras que le dedicas a Donosti son muy de agradecer, y a los que somos de por aquí nos abre los ojos sobre lo que nos rodea, pues creo que a todos nos pasa que somos los últimos en apreciar los encantos de los lugares en los que vivimos.

Un fuerte abrazo.

matrioska_verde dijo...

Precioso reportaje que nos dejas, Chela, me ha encantado. No conozco San Sebastián y creo que merece mucho la pena, más después de que nos la muestres tan apetitosa.

Me guató mucho verte, con tu sombrero, disfrutando de un pincho o en ese elegante hotel.

Se nota que te lo pasaste muy bien, que te agradó volver a eses lugares ya conocidos.

biquiños,

Chela dijo...

Genin:
Las obras de Chillida tampoco estaban en mis tiempos. ¡Somos ya mayores Genin! Por eso hay que volver a las ciudades que conocimos hace tiempo, sobre todo porque casi todas han mejorado. También nosotros debemos intentar remozarnos, jaja... Un abrazo.

Maluca:
Yo viajo, más bien digamos que me muevo algo en pequeños viajes de "mayores" y hago excursiones de un día por Galicia. Las distancias largas las tengo ya vetadas por salud.¡Menos mal que de joven me movi algo por el extranjero! Lo de escribir sobre los viajes es ocasional, este año incluí uno sobre Burgos para dedicárselo a una amiga de allí y los dos últimos son para mis queridos amigos vascos.
Un abrazo.

Felipe Tajafuerte dijo...

Un muy buen reportaje, con unas escelentes fotografías, de una ciudad que conozco bien, y que todos los años visito. La única pega; el precio de los pintxos, aunque reconozco su calidad, y es que San Sebastián es una ciudad cara. El muso de Chillida, lo visité hace algo más de un par de años. Debo reconocer que no soy muy amante de este tipo de arte pero, al se al aire libre, resultó muy agradable. Un saludo desde mi mejana

CHARO dijo...

Un magnífico reportaje, me gusta mucho San sebastián y suelo ir de vez en cuando.
He estado en Oropesa de Mar de vacaciones y allí también hay una playa llamada La Concha.
Conozco también Bilbao y ha mejorado muchísimo en estos últimos años.Besotes

Chela dijo...

Marcos:
Eso me pasaba a mi, hacía muchos años que no regresaba al País Vasco, una tierra que está muy arraiga en mi corazón y realcionada con momentos muy felices de mi vida.
Es un País hermoso y he disfrutado visitándolo de nuevo.
Un abrazo.

Meme:
También yo te echaba de menos, claro que si no escribo ni estoy al ordenador no conectamos. Vuelvo a ello con ganas de reanudar las visitas. Un abrazo.

Chelo:
Por correo te comenté los motivos de mi ausencia. Cada vez me cuesta más ponerme al ordenador porque, aunque es aquí, con el teclado y mirando la pantalla, donde disfruto de la comunicación con tan buenas e interesantes amistades, de la que formas parte, no me conviene, por otro lado, estar mucho sentada.
Te recomiendo que incluyas en tus próximos viajes San Sebastian, bella y elegane ciudad.
Un abrazo.

Olegario dijo...

Magnífico tu reportaje sobre San Sebastián. Es precioso, así como las imágenenes que nos acompañas. Yo soy de Santander y siempre me gustó mucho tan hermosa ciudad, Felicidades, Chela, porque me hace recordar, desde Huelva, aquellos viejos tiempos que ayer pasaron
por mi juventud alegre. Un abrazo.

Chela dijo...

Aldabra:
De verdad que San Sebastián merece un viaje y, dando por supuesto que ya conoces nuestro hermoso litoral gallego, es bueno recorrer el resto de toda la cornisa cantabrica. Donosti es una elegante ciudad enclavada en una bahía única, que resalta más su belleza.

Ciertamente me gustó volver al País Vasco.
Lo del sombrero tiene más que ver con mis problemas capilares que con otra cosa, jaja..

Biquiños

Felipe Tajafuente:
Me alegra que te gustara el reportaje. Los pinchos yo no los encontré tan caros, pues te aseguro que los dos que tomé me hubieran servido casi de comida, de no ser que había quedado con el grupo. Con un tercero estaría ya servida.

En cuanto al arte moderno,y obras escultóricas como las de Chillida me gstan más bonitas en un entorno de naturaleza, al aire libre, por eso sentí mucho no haber podido visitar su museo "Chillida Leku" en Hernani.
Un abrazo.

Charo:
¡Que estupendo que vayas con frecuencia a San Sebastian! Desde Coruña, todo nos queda lejos

Bilbao esta totalmente cambiado, ahora los margenes del rio y los paseos que han hecho, los puentes, etc.,hacen de la ciudad un espacio muy interesante y agradable.
Mi mejor paseo, a pesar de la lluvia, fue una tarde a última hora, que fui sola hasta el espacio del Guggenheim (no ha había casi nadie en el entorno por el mal tiempo), crucé el puente que lleva a Universidad de Deusto y por la orilla del rio fui hasta el Puente de la Salve, subí en el ascensor y, desde la altura, me recreé en una panorámica excepcional.

Muchos besos.

Jara dijo...

¡Cómo me ha gustado este paseo por Donosti! Lo conocí hace muchos años y me pareció una ciudad preciosa. Espero no tardar mucho en volver por allí y he tomado nota de algunas de tus paradas como el museo de San Telmo que no lo conozco.
Las fotos son preciosas.

Besos

H. Darío Gómez A. dijo...

¡Cómo no aprender a querer aún mas a la madre patria a través de tus ojos enamorados!, querida Chela. Cuando vaya a visitarla siempre tendré esa sensación de regreso, así sea la primera vez que la vea. Muchas gracias.

Chela dijo...

Debatz:
Mi querido amigo, casi me quedaba sin contestarte porque al no tener foto te "salté" sin darme cuenta.
Siempre me hace una ilusión enorme que te "asomes" a mi blog.
No creas que no pensé en ti a mi paso por Doností, pero cuando vas con un grupo ni siquiera sabes de antemano si tendrás tiempo libre para quedar con alguien. De hecho tanto en el poco tiempo del que dispuse al mediodía y a la tarde tuve que verlo todo "galopando". Pero pienso volver, ¡quiero volver!, pero solo a estar, sin más programa que ver a amigos y disfrutar conjuntamente de su compañía y de su tierra.
Conste que en este viaje, salvo los que lean el blog, ninguna de mis amistades sabe de mi paso por ahí, espero que me comprendan y que no los pierda por esto. Suerte que las amistades vascas son muy fieles, ¡para siempre! De todos los sitios que he vivido son las únicas que conservo porque se encargan de llamarme y de visitarme cuando pueden. Ahora estoy yo obligada a ir ahí de nuevo.
Un abrazo.

manolo dijo...

Es un verdadero placer el ver este estupendo Reportaje Fotográfico, con tus explicaciones tan documentadas, que es como si estuviera visitando contigo esa Ciudad.
No conozco San Sebastián, si Bilbao y el Guggenheim y atravesé en el puente colgante, para ir a comer a Santurce.
Muy Buen Relato que lo he vivido al leerte.

manolo



María Pilar dijo...

¡Qué bien documentado y qué maravilla de imágenes! El peine de los vientos me trae recuerdos muy emotivos que hacen que ya no lo vea como una simple foto paisajística.
Besos

Chela dijo...

Olegario:
Gracias por tus palabras, me alegra que te haya gustado el post.
Santander y San Sebastian compiten en belleza. Durante mucho tiempo anduve yo en debate para declarar a una de las dos (con exclusión de las más monumentales, la ciudad más bonita de España, ambas comparten el Cantábrico, ambas tienen preciosas playas urbanas, señorío... En fin que en toda la península ibérica tenemos muchas ciudades para visitar y disfrutar.
Un abrazo.

Jara:
Estupendo que hayas disfrutado y sobre todo que conozcas esa hermosa ciudad. El Museo de San Telmo fue una sorpresa (no lo visitó nadie de mi grupo) y creo que me gustó sobre todo por eso, por sorprenderme y desde luego por el momento en que vi las pinturas, en silencio, con la capilla a oscuras (solo iluminados los frescos pues estaban trabajando). Me consideré afortunada por vivir unos instantes de irrepetible belleza.
Me gusta mucho descubrir las cosas por mi misma, luego leo, me informo y me agrada acertar en tropezarme con cosas que de verdad merecen la pena.
Un abrazo.

Darío Gómez (El Peatón):
Me hace gracia que describas mi visión de "ojos enamorados" porque es cierto. Ante lo hermoso y lo bello (como en esta Ciudad que es mezcla de naturaleza y de elegante arquitectura) mis sentimientos se desbordan de admiración, me emociono.
Saludos con un abrazo.

Rafaela dijo...

Chela me alegra verte de viaje, es señal de tu buen animo. Maravilloso reportaje con buena colección de fotos. Besos.

He tenido que camiar de blog, te dejo mi nueva dirección.

http://juidiabadia.blogspot.com.es/

Chela dijo...

Manolo:
Me agrada que hayas dado este paseo en mi compañía, disfrutando de San Sebastián. Espero que tengas ocasión de conocerla.
Estuve también en Santurce y Portugalete para ver el Puente colgante. Ya había estado hace muchos años pero en esta ocasión subí a la parte alta, que permite unas vistas impresionantes de la ría. Las vi bajo el paraguas pero eran igual de hermosas.
Un abrazo.

Mpmoreno:
Hay muchos sitios que nos quedan en el recuerdo impregnados de sentimientos y emociones, y cuando los vemos de nuevo, si pasa mucho tiempo, nos producen emociones distintas. En Vitoria, que estuve una tarde, sentí mucha morriña porque habían desaparecido muchos de los sitios que frecuentaba.
Un abrazo.

Rafaela:
Siempre me gustó mucho viajar, pero cada vez lo tengo más limitado por razones de salud (problemas en las piernas). Lo poco que me muevo, casi siempre en invierno pues me va mejor el frío, lo paso muy bien, incluido el regreso, repasando fotos y datos para fijar los recuerdos.
Tomo nota de tu nueva dirección del blog.
Un abrazo.

trimbolera dijo...

Un precioso reportaje Chela, gracias por dejar que lo disfrutemos en tu compañía. Besicos.
(Ha habido un pequeño roce en mi blog con un comentario que no me gustó sobre el tuyo, en la entrada "Otra vez a Sallent")

Thony Caro dijo...

HOLA CHELA: IMPRESIONANTE TU RELATO Y TUS FOTOGRAFÍAS DE SAN SEBASTIAN.-
TAMBIÉN FELICITARTE POR ESA EXCURSIÓN TAN PLACENTERA, ERES UNA EXCELENTE GUÍA...HE PASEADO CONTIGO.-
BESOS

esteban lob dijo...

¡Qué bien te ves, apreciada Chela, con tu cabellera al viento de San Sebastián!

Imagino que el 600 de que hablas, era un Fiat 600. Yo también tuve uno, que fue el tercer auto de mi vida, tras haber manejado antes dos citronetas consecutivamente.
¡Qué tiempos!

Airblue dijo...

Bueno, bueno, buenísimo reportaje de la bella Easo, ciudad elegante por naturaleza. Hace dos veranos estuvimos allí y con un tiempo excelente, sentados en las terrazas del templete, y qué ricos los pinchos, me hizo gracia cómo cuentan los palillos a la hora de pagar. Voy a pasárselo a Jose porque merece la pena tu entrada.
Como siempre magistral.
Un fuerte abrazo.

Chela dijo...

Trimbolera:
Son buenos estos paseos que nos damos acompañándonos una a la otra, en nuestras incursiones por bellos paisajes.
He lamentado mucho mi error.Ya te lo comenté. Un fuerte abrazo.

Thony Caro:
Ya me alegra tu compañía en mis paseos. Sabes que también me gusta acompañarte en tus excursiones por Montevideo. Un cariñoso saludo.

Esteban Lob:
La única "cabellera" es la del viento, la mía ya luce poco, ja,ja...
El 600 era en España la versión SEAT del FIAT italiano. ¡Unos coches históricos!
Un abrazo.

Airblue:
Celebro que te guste. Conste que a la vuelta del País Vasco, estuvimos un día en Burgos, encantada porque fue un día de sol y las mismas imágenes vistas en el frío enero, lucían esplendidas en esta ocasión, aunque a mi me gustan también las ciudades en invierno, no cabe duda que el sol lo ilumina todo.
Un cariñosísimo abrazo para Jose y para ti.

Anónimo dijo...

Muy Buenas!!!

Buenísimo el reportaje, super detallado y muy bien explicado, me ha encantado.
Además es una tierra que me encanta, y eso que he ido hace un par de años , pero volvería cada año, lo tiene todo, paisaje, comida, gente muy amable!!

Un beso la pinchauvas

Chela dijo...

Anónimo (pinchauvas):
Sería estupendo volver y que pudiéramos ir juntas, incluida tu madre. Ciertamente San Sebastian lo tiene todo. Me encantaría coincidir con el festival de jazz.
Un abrazo.

Amelia dijo...

Querida Chela: Gracias por este magnífico reportaje de Donosti, las fotos son preciosas. Donosti lo conozco muy bien pues tengo a mi amiga más antigua, nos conocimos yo con 19 y ella con 18 años en Francia estudiando francés y seguimos en contacto; el siglo pasado jajaja.
La ciudad, como todo el País Vasco es única por motivos de trabajo en los años 90 recubrí no solo su paisaje sino también su cocina. Las barandas de la concha las tengo pintadas en dos obras.
Todo tu blog es muy interesante y siempre encuentro novedades que me hacen recordar el pasado.
Un abrazo y feliz verano

Anónimo dijo...

HOla, me encanto como muestra la cidad a traves de este blog. Yo pienso visitar esa ciudad en Octubre (podría decirme si el clima es apropiado para nadar en esas fechas, y sobre los conciertos de jazz, habria algun lugar donde saber si Octubre es un mes para el jazz')..

Apreciaría mucho su respuesta!!!

Chela dijo...

Amelia:
Me alegra que disfrutes recordando a Donosti con mi reportaje. Es una ciudad maravillosa que siempre apetece visitar. Un abrazo.

Anónimo:
Octubre en todo el norte de España no es precisamente un mes de playa, y lo de bañarse o no depende de la persona y sus costumbres. Yo vivo en Coruña y suella primera semana de octubre pero muchas personas encuentran ya el agua muy fría.

Respecto al jazz es mejor que busques en Internet, alguna página de turismo de San sebastian con información sobre eventos. Busca también locales de Donosti donde sea frecuente intervivo allí ni tengo referencias.
El festival anual de jazz se celebra estos últimos días de julio.
Un saludo.

Chela dijo...

Hoy me alegró encontrar, por Internet, este comentario de mi paso por "Gandarias"hecho en Facebook.
Copio y pego:
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Gandarias

La "Jubilada Jubilosa" también pasó por nuestro restaurante, y nos ha encantado leer en su blog de viajes que disfrutó de la visita.
Eskerrik asko gure jatetxea gomendatzeagatik!