Galicia. Pazos y Camelias

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Por la ruta de las camelias

En Galicia, los camelios y las camelias, sus hermosas flores, son objeto de culto, un imprescindible elemento de adorno en los jardines de los pazos y casas señoriales, junto con las magnolias, de intenso aroma,  y las delicadas glicinias que, además de su embriagador olor,  adornan  escalinatas y arcos de piedra, contrastando con su  color malva o azulado  el frío gris del granito. Curiosamente todas estas bellas flores, son originarias de Oriente, principalmente de la China y Japón las camelias,  de China la glicinia, del Japón y China (aunque también de América), las espectaculares y grandiosas magnolias, tan frecuentes en nuestros parques y jardines. A Galicia llegaron en el siglo XVIII y se expandieron con éxito en el XIX, aumentando de día en día su popularidad.

Las camelias encuentran en Galicia el suelo y clima apropiado: acidez y fertilidad  en el terreno, humedad adecuada, y temperatura suave. Su mejor entorno es la provincia de Pontevedra, donde siempre le han dedicado exposiciones, certámenes y mucho mimo. La provincia de  Coruña tiene también valles, paralelos a los ríos y al abrigo de los vientos, que gozan igualmente de la belleza de las camelias, dándose el caso que en el Municipio de Mañón,  ría de O Barqueiro,  a orillas del río Sor,  existe la mayor plantación de camelios de Europa, y segunda del mundo, en el Pazo de Torre de A Lama.

Desde hace unos años las rutas para visitar las fincas y jardines con camelias, se han  difundido, en la medida también en que la mayoría de  propietarios  optaron por permitir las visitas del público. 

Entre otros lugares, pueden admirarse camelias en el Pazo-Museo Quiñones de León y Parque de El Castro, en Vigo,  en el recinto del Castillo de Sotomaior, en Sotomaior,  en el Pazo de Lourizán en Pontevedra,  en el Pazo de Rubiáns, en Villagarcia de Arousa, en la Casa-Museo de Rosalia de Castro, en Padrón, en el Pazo de Oca (uno de los más hermosos pazos de Galicia, sino el que más) en A Estrada, en el Pazo de Mariñán, en Bergondo, en el Pazo de Sta. Cruz de Ribadulla, en Vedra... Y, por supuesto, podemos encontrar muchos arbustos de camelios, adornando las calles de varias ciudades gallegas. La camelia se ha convertido en todo un símbolo de belleza en tierras de Galicia.

Mi ruta del pasado sábado por el municipio de Vedra

Visita al Pazo de Santa Cruz de Ribadulla

Después de la lluvia y viento de los últimos meses se requiere una "puesta a punto" de cada arbusto y de cada árbol, para eliminar las muchísimas camelias estropeadas por el tiempo tan duro de este invierno.

Existe un montón de variedades de camelias según los pétalos y estambres de la flor: simples, semidobles, doble incompleta, doble completa y otras con forma de anémona o de peonía. Las tres primeras tienen menos pétalos y lucen los estambres, en la doble completa no se ven los estambres y en las dos últimas, más exóticas y recientes, hay un predominio de los estambres. En cuanto al color, varían del blanco al rojo intenso, pasando por varios tonos de rosa. También las hay bicolor. Personalmente me gustan más las clásicas, que son las que he fotografiado.

Visita al Pazo de Galegos: vino y camelias.

Este pazo no es de construcción muy antigua, y está adaptado como "casa rural con encanto". Ahora en la finca lucen las cepas desnudas de vid pero puede uno imaginarlas en verano, frondosas de hojas y  prietos racimos de uvas, que más tarde se convertirán en su bodega semi artesanal, en un delicioso "albariño" blanco o en un tinto "mencía", las dos variedades que cosechan y elaboran. 

También aquí hay camelias en torno a la capilla y el pazo, y, aunque  pocas, las hay de singular belleza. Véase la muestra

Esta camelia que sostengo en la mano es una flor "semidoble"

Esta visita, que hicimos al mediodía, finalizó con paso por la bodega y degustación en los jardines, de un excelente "albariño" (medalla de plata en 2010, en el Concours Mondial de Bruxelles) y un "mencía" tinto. Carmen sostiene una copa con "albariño" en su mano que, curiosamente y por pura casualidad, luce una sortija de plata con el diseño de una camelia.

Un brindis por vosotros, después de un precioso día lleno de luz, de color y de amistad.