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Día del Libro
¡Literatura con mayúscula!
El placer de leer a un escritor universal.
Hay personas en el mundo artístico que, sin que las conozcamos personalmente, son capaces de formar parte de nuestras vidas de manera significativa,
ocupando espacios íntimos en los que elaboramos, de forma conjunta,
pensamientos, ideas, sueños, ilusiones,
sentimientos, emociones… En esta ocasión me referiré exclusivamente a los literatos, a los autores de literatura con mayúscula.
Ellos escriben pensando en un lector anónimo, al que no
conocen pero que intuyen o imaginan. Vuelcan sobre le papel, su pensamiento,
sus recuerdos, sus reflexiones y su mundo interior, escogiendo cuidadosamente
las palabras, midiendo los efectos que suscitan con sus frases, monólogos
o diálogos, y se responsabilizan, de algún modo, de los sentimientos que pueden provocar los personajes
que han diseñado y en los que encarnan los más variados matices, tanto positiva
como negativamente, del alma humana y
con los que pretenden conseguir nuestra empatía o nuestro rechazo, nuestra
admiración o nuestro desprecio, nuestra indiferencia o nuestra atracción,
incluso vital y palpitante. Pueden sumergirnos en un mundo tan
fantástico como real, en un mundo creado por ellos y recreado por nosotros. Son capaces de proporcionarnos un gran placer, el placer de la lectura.
Los grandes escritores, como lo ha sido Gabriel García Márquez, poseen la facultad de trasladar sobre el papel, a través de la palabra escrita, todas las
posibles vivencias y situaciones humanas, incluidas las que son capaces de generar la
imaginación y la fantasía, porque pueden captarlas, por introspección de sí
mismos y de sus propias experiencias, o del comportamiento y conducta
ajena, mediante la observación y abstracción. Los escritores captan la vida, la crean y la sueñan también, para plasmarla en sus
novelas y ofrecerla a nuestra
recreación, en ese lugar de encuentro, íntimo y recíproco, entre escritor y lector, que supone tener el libro en nuestras manos y el hecho y placer de la lectura. De
todas las artes, es la literatura, seguida de la música, al menos para mí, la
que proporciona un placer más íntimo y duradero, en el mejor ambiente posible: en nuestro rincón predilecto, a nuestra hora preferida, y aislados, voluntaria y cuidadosamente,
de cualquier posible interferencia.
Descubrí muy
tarde a Gabriel García Márquez por una
serie de circunstancias que no vienen al caso pero que se relacionan con una
larga etapa en que los libros, como objetos de ocio, estuvieron ausentes en mi vida cotidiana,
hasta que por propia voluntad y necesidad de una “puesta al día” en el mundo de
la literatura, volví a enfrascarme en la
novela contemporánea, tema en el que, por cierto, llevaba bastante desfase.
La primera obra que leí de García Márquez , participando en un taller de lectura, fue la novela “El amor en los tiempos del cólera”. ¡Que descubrimiento! Es el tipo de literatura que me gusta. Con
personajes interesantes, sugerentes, con fantasía… La atmósfera y los ambientes que
rodean a los personajes, aunque exóticos para nosotros, se penetran fácilmente a través de su riqueza descriptiva. Se percibe la humedad y el calor, la lluvia se siente caer y te moja los cabellos, huele el campo, huele el sudor, el aliento... Suenan las pisadas, puedes mecerte en las hamacas... Todo esta maravillosamente descrito, con un estilo que a primera vista
parece fácil y sencillo, pero que cualquier
aficionado a escribir o consumado lector sabe que esta cuidado al máximo, en el ritmo, en el detalle, en la palabras..., en la intención. No
falta nada. No sobra nada.
Curiosamente, y no sé por qué no he leído "Cien años de soledad", a pesar de haber analizado muchos fragmentos del libro en un taller de escritura. Si leí “Crónica
de una muerte anunciada”, “El coronel no tiene quien le escriba” y hace un par de años, “Vivir para
contarla”, estupenda autobiografía novelada que resulta de agradable
lectura y recomendable para el conocimiento de la vida y pensamientos del escritor, aunque teniendo en cuenta la propia frase suya que antecede al inicio
del relato:
“La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla”
García Márquez, ¿nos ha contado de su vida solamente lo que recuerda o recuerda solamente lo que nos ha querido contar? ¿Y cómo nos la ha querido contar, como la vivió o como imaginó que la vivió?
Nos toca ahora a nosotros recrear las respuestas a partir de la lectura de sus obras y sus escritos, de sus declaraciones, de sus vivencias y de los testimonios de quienes le conocieron.
Gracias Gabo por la rica y fantástica literatura que nos has dejado. A través de ella te quedas con nosotros. ¡Descansa en paz!
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Otras consideraciones: Galicia en el "realismo mágico".
Respecto al "realismo mágico" cabe señalar la influencia que en Gabriel García Márquez ejercieron las narraciones orales de su abuela Tranquilina Iguaran Cotes, descendiente de emigrantes gallegos, que él siempre reconoció y cito en entrevistas, y que intentó verificar, en sus viajes a Galicia, aunque no tengo referencias de que lo haya conseguido.
Este "realismo mágico" está también presente en la literatura gallega, por ejemplo en la del periodista y escritor Alvaro Cunqueiro (recuerdo obras suyas como "Merlín y Familia" (1955, "Crónicas de Sochantre" (1956), "Si o vello Sinbad volvese ás illas" (1961), etc., publicaciones anteriores a "Cien años de soledad "(1967) de García Márquez. La literatura gallega se impregna también de ese mundo en el que la vida y la muerte se entrecruzan y los diálogos entre vivos y muertos son posibles, donde las apariciones y fenómenos del más allá, como la Santa Compaña, no generaban extrañeza en quienes se encontraban con ella por los caminos.
Contaba Domingo García Sabell (otro escritor gallego que trató también y acompañó a García Márquez en el viaje que éste hizo a Galicia en 1983) sobre Alvaro Cunqueiro, que su literatura se sitúa en el dominio de la fantasía y la imaginación sin que exista una frontera tajante entre el mundo objetivo y real y el de la propia fabulación. El propio Cunqueiro manifestó también en muchas ocasiones sobre algunas de sus obras que en ellas se mezclaban facilmente los mitos griegos con la ficción y leyendas de Galicia, y los paisajes de cualquier latitud que describiese tenían como referente, consciente o inconsciente, las imágenes de la tierra y de los pueblos provenientes de los recuerdos de su niñez. Los recuerdos de la infancia anidan en la fantasía a la edad adulta.
Es curioso como aunque pasen muchos años, y se trate de puntos geográficamente distantes, los rasgos culturales de los ancestros afloran en generaciones distantes, en sus descendientes, y los hermanan sin que éstos lo sospechen o lo pretendan.
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14 comentarios:
Un bello homenaje para García Márquez en una fecha tan señalada como hoy Dia del Libro. Abrazos
Tus entradas son siempre geniales y muy trabajadas, la de hoy es muy especial dado el reciente fallecimiento de este gran escritor, por cierto yo si que he leído 100 Años de Soledad. Besicos
Densa y reflexiva entrada resumida magistralmente como sabes hacer. Me uno a tu homenaje a este gran escritor.
Lo único que puedo decir es que descanse en paz y que nosotros podamos seguir escogiendo lo que queramos leer con toda libertad...
Besos y salud
García Márquez inteligente, siempre genial, un hombre que nos ha hecho soñar con sus páginas. Descanse en paz.
Magnifico homenaje tuyo a este GRAN ESCRITOR.
Un abrazo.
Magnífica reseña sobre Gabriel García Márquez. Además de las obras que has indicado, hay un cuento que me encanta y me gusta reller de vez en cuando: El ahogado más hermoso del mundo. Es fascinante. Saludos desde mi mejana
Los libros curan la peor de las enfermedades humanas...
LA IGNORANCIA.
Enterarme del fallecimiento de Gabriel García Márquez me dejó noqueada.
Le has rendido un gran homenaje con esta entrada que comparto totalmente. Yo lo descubrí poco después de que le dieran el nobel con Cien años de soledad y aun siento fresca como si fuera ayer la impresión que su lectura me causó.
Un gran escritor y una gran persona que nos deja una obra inmortal.
Besos
Querida Chela:
Tu sentido homenaje a Gabo, como le decimos con cariño los colombianos, me hace sentir orgulloso de ser coterráneo del inventor de Macondo. Muchas gracias por tu deferencia.
Su literatura es (y hablo en presente porque sus escritos están ahí) con mayúsculas, y el homenaje que le has hecho también Chela. Espero que hayas tenido una buena Semana Santa. Yo ya estoy de vuelta, y he puesto unas fotos en el blog por si te apetece verlas. Un fuerte abrazo y feliz fin de semana amiga.
Chela, hermoso homenaje a García Márquez.
Abrazos
Amiga Chela: Me es grato saber de ti siempre.
La marcha de Gabriel, es una más de muchos que han dejado huella.
Un abraciño,
Rosa María Milleiro
http://poemas-rosamariamilleiro.blogspot.com.es/
Sentido homenaje a un grande,Chela.
Merecido homenaje! Su obra es mágica pero se nutre de realidad. Es cierto que en todo lugar hay narraciones de ese tipo, conozco y admiro también a Cunqueiro a quien leí asombrada, antes que a Marquez. Muy bueno tu reporte. Besos.
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