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Playa de Mera. 1 de septiembre de 2014
¡No lo puedo remediar! Sé que hay muchas desgracias en el mundo y que muchos niños carecen de infancia porque sufren orfandad, abusos, trabajos impropios de su edad, hurgan entre los escombros, son obligados a manejar armas, mueren destrozados por la metralla o agonizan entre edificio derruidos ... ¡Carecen de infancia!
Estos últimos días he tenido un extra de playa, con un tiempo espléndido y he querido olvidarme por unos momentos de tantas malas imágenes que nos llegan por los medios, para disfrutar , contrarrestándolas, con la contemplación de otros niños, felices, queridos y mimados por sus padres, niños que ríen, que chapotean en el mar, que juegan con las olas, que hacen castillos de arena y que tienen hermosos sueños al final del día, bajo la vigilancia y el cuidado tierno, amoroso, de sus padres.
No he podido sustraerme al deseo de plasmar estas imágenes y compartirlas con vosotros. Si las viéseis sin distorsionar, las tres primeras parecen cuadros de Sorolla y la belleza e infantil elegancia de la pequeña niña es digna de un cuadro.
Cada niño es un hermoso paisaje lleno de promesas que nunca deberían truncarse...
He disfrutado también viendo a los padres y a los abuelos compartir los juegos con hijos y nietos, en el mar, en la arena, bajo el sol...
Todos colaboran a que los niños sean más felices, incluidos los jóvenes vigilantes de la playa, que destacan con sus camisetas amarillas y que prorrogan su custodia en septiembre.
Cuando marcho de la playa, al mediodía, siguen llegando más niños, dispuestos a agotar sus vacaciones de sol y playa.
3 de septiembre
Hoy los niños han cambiado la playa por las guarderías y los colegios: lápices, cuadernos, letras y lecturas, números, deberes... Habrá "pucheros", alguna lágrima, pero también alegrías, risas, y la dicha de aprender cosas nuevas y compartir juegos y amistad con los compañeros.
¡Habrá nuevas vacaciones! ¡Habra otro verano azul!
Yo me dejaré contagiar de esa alegría infantil, de esos niños que no son nada mio, pero que son el futuro y la esperanza de toda la sociedad. Ellos son también mi alegría.
* * *
21 comentarios:
Que pena que sea necesario distorsionar las imágenes ¿Verdad?
Por lo demás estoy de acuerdo con todo lo que dices :)
Besos y salud
Las tres primeras fotos de la niña son una preciosidad, pertenece a una foto más amplia (la niña camina hacia su padre que la espera) y no te puedes imaginar la belleza de la niña, su perfección en el andar, en los movimientos, el "ángel" que emanaba de su figura, sus ropas blancas contrastando con el rojo caracol-regadera que portaba en su mano y toda su figura sobre el fondo del mar y la arena...¡era un auténtico cuadro de Sorolla! No pude resistirme a fotografiarla aunque no la conozco de nada.
Me encantan los niños, y esta predilección la heredé de mi madre que se extasiaba, como yo, en su contemplación.¡No hay nada más hermoso ni más tierno que la infancia!
Un fuerte abrazo.
Hermosos "Sorollas" que nos traes...
Gracias por traernos este post tan hermosos.
Besos, Chela
Vas a tener que llevar la cámara a revisión, te salen las fotos muy borrosas, ¿o es que se te ha caído al agua y todavía no la has secado?
Un saludo
Meme.
Me alegra que te gusten. Paso a visitarte.Un cariñoso abrazo.
Unjubilado:
Ja,ja,ja... No pierdas el sentido del humor.
Lo triste es que hay momentos y días que veo borroso. Desearía conservar la vista el mayor tiempo posible porque la verdad es que hay demasiadas maravillas que contemplar: el color, la luz, las formas, las puestas de sol, los amaneceres, las nubes, la tempestad, la calma...¡tantas cosas! La vista es un regalo que no apreciamos convenientemente cuando la tenemos.
Buenos días con un cariñoso saludo.
Hola Isabel, que precioso post!! me ha emocionado mucho, tienes una especial sensibilidad o habilidad para ver en las cosas más sencillas todo un mundo de emociones.
Disfruta de la playa!!
Besos (Marisa)
Muy lindo, Chela. Muy cierto...muy tierno.
Un beso austral para ti.
Esteban Lob:
Efectivamente TERNURA es lo que inspiran los niños. Cuesta creer que alguien sea capaz de hacerles daño, son incluso más indefesos que los ancianos puesto que a los pocos años carecen de los más elementales medios que los adultos tienen para defenderse, como la palabra y la capacidad de denuncia.
Un afectuoso saludo, Esteban
Me imagino las fotos sin distorsión y se ven preciosas y llenas de ternura. Abrazos
Ligia:
¡No puedes imaginarte la cara tan linda que tiene la niña de las primeras fotos y la suavidad y encanto de sus movimientos!Fue la que me inspiro el post.
Un cariñoso saludo.
Los niños son una aténtica alegría para todos, debiste pasarlo muy bien fotografiando a tanto pequeñajo en su "salsa"......yo lamentablemente no he podido ver estas escenas playeras tan gratificantes ya que no he podido irme de vacaciones.Besicos
Así es la alegría infantil, y no debemos perderla Chela, y así es por desgracia el que algunos niños no tengan infancia. me ha encantado tu entrada, está llena de corazón. Gracias. Te comento también que en el blog de la Tertulia ya hemos regresado de las vacaciones, así que de nuevo volvemos a la carga. Un fuerte abrazo y feliz fin de semana amiga.
Qué bonito lo que has puesto! Incluídas las fotos. Un canto a la vida, al amor y porqué no a la libertad. Ojalá llegue el momento en que los niños del mundo puedan disfrutar cada cual en su habitat.
Un gran abrazo y gracias por esta delicia de post.
Nos tienes acostumbrados a entradas bellísimas y esta es una de ellas. Las imágenes son espectaculares.
Un beso.
Charo:
Siento que no hayas podido disfrutar de la playa. La vida tiene muchas etapas y tú, aunque con momentos difíciles, tienes una familia con la que compartir sentimientos y emociones. Yo me tengo que conformar disfrutando de la felicidad ajena, pero eso me hace salir de mí misma y mirar a mí alrededor.
Un cariñoso abrazo y que sepas que pienso en ti constantemente.
PEPE LASALA:
Gracias por tus palabras.
Me alegra tu regreso, axial que no dudes que pasaré de inmediato por tu blog, pues tus páginas son siempre muy interesantes y un clásico en el tema.
Un abrazo.
RosaMaría:
La delicia ha sido para mí disfrutar de esos días de playa y de las imágenes de esos niños felices. Ha sido una suerte también entrar en septiembre con unos días en que el mar gris de Galicia, pudo competir con el azul del Mediterráneo.
Un cariñoso abrazo.
Francisco Espada:
Gracias por tus elogios.
¿Podré pronto disfrutar de tu libro de poemas? Estoy deseando que vea la luz.
Un abrazo con mucho afecto.
¡Hola Chela!
Me encantan esas imágenes de niños jugando en la playa. Sobre todo los chiquitines desprenden una sensación de felicidad contagiosa. Y es cierto que recuerdan, esas primeras fotos, a los cuadros de Sorolla, que son una maravilla.
Besos
Jara:
Gracias por tu visita. Niños, sol y playa no cabe duda que es una imagen de felicidad contagiosa, como bien dices.
Un abrazo para ti.
Me di cuenta que te gustan los niños, vi como jugabas con ellos en la Plaza oyendo la música.
La infancia es un privilegio de la vejez. No sé por qué la recuerdo actualmente con más claridad que nunca.
Mario Benedetti
Airblue:
Lo de recordar cada vez más la infancia debe ser un síntoma de hacernos mayores porque a mí me pasa también ahora, quizás porque han sido los años más felices de mi vida. Me gusta recordar las "estampas" familiares, con mis padres jóvenes y felices, y a mis hermanos participando en la vida hogareña. Aunque de eso ya no queda nada no deja de ser una suerte poder tener hermosos recuerdos, cuando otras personas ni siquiera los tienen.
Un cariñoso abrazo.
Chela, he tenido todo el tiempo presentes a mis nietos mientras te leía. Este año he tenido la suerte de disfrutar de los tres en la playa. Compruebo que observamos las mismas cosas, será un sentimiento general de las personas "normales". Disfrutamos viendo cómo lo hacen los demás.
Un abrazo,
Maluca:
Me encantan los niños, observarlos, escucharles, jugar con ellos, ¡son tan tiernos! Pero tristemente no tengo descendencia, ni hijos ni nietos. Ando siempre de "nietos" prestados, de mis amigos, familiares y vecinos. Precisamente hoy estoy muy triste porque se han ido a vivir a otra casa, un matrimonio con dos niñas de cinco y tres años, a las que veía cada día y que eran mi alegría. Mi edificio está lleno de gente mayor y es demasiado silencioso. Me gustaba oir por el patio, las voces y las risas de estas niñas.
Los niños llenan de VIDA los ambientes.
Un fuerte abrazo.
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