¡NO SÉ COMO EMPEZAR, QUIZÁS TAMPOCO COMO SEGUIR!
Hace dos días, que no salgo de mi perplejidad desde que escuché la noticia, por la radio, muy temprano y antes de levantarme, de que el Reino Unido, después de 43 años de pertenencia a la familia europea (U.E.), ha decidido, mediante referéndum, divorciarse de ti Europa, abandonar nuestra familia, echar por tierra la convivencia de tantos años de relación.
Estoy triste, desconcertada, reflexionando sobre cómo explicar esta decisión. ¿Que les hemos hecho, que no les gusta? ¿Que no hicimos, en relación a lo que esperaban obtener de nosotros? ¿Acaso les parecían pocos los beneficios y privilegios de que ya gozaban? Suele ocurrir que los más beneficiados son siempre los más descontentos. Parece que aún querían obtener más favores como, por ejemplo, mantener solamente la libre circulación de bienes y servicios, pero no la de personas, seguramente por lo que ello comporta de obligación para su acogida, mantenimiento y oferta de seguridad. ¿Es que acaso los seres humanos valemos menos que los bienes productivos? ¿Ignoran que las personas y su trabajo son la base del sostenimiento de un país y el primer BIEN a proteger y garantizar?
Yo te quiero, Europa, y pienso serte fiel, aunque sé que tienes defectos, ¡como los tenemos todos! pero podemos mejorar, estar más unidos, hacernos más fuertes y solidarios. Algo así como cuando en las familias se produce la pérdida de alguno de sus miembros y los que sobreviven se unen más para apoyarse y suplir las carencias producidas por la ausencia.
Soy europeísta convencida desde la adolescencia y juventud, desde las lecturas que abrían mi mente a otros mundos y otras ideas, nuevas culturas y filosofías. Por suerte, tuve también amigos y amigas de otros países, Francia, Alemania, Italia, Polonia, Dinamarca, Irlanda, Suecia, Grecia, etc., con los que tuve ocasión de convivir en ocasiones... Y, sobre todo, mi pasión por Europa se fortaleció cuando crucé los Pirineos por primera vez (años sesenta), al comprobar que había otros mundos, muy atractivos, distintos de aquel en que me educaron, países con interesantes valores morales, sociales, culturales, económicos y políticos, que la Dictadura española se había empeñado, intencionadamente y con frecuencia, en ignorar o menospreciar.
EUROPA, LA DEMOCRACIA Y TU, FORMASTEIS PARTE DE MIS SUEÑOS DE JUVENTUD. LUCHÉ POR ELLO. AHORA QUIERO CONSERVAROS.
EUROPA, LA DEMOCRACIA Y TU, FORMASTEIS PARTE DE MIS SUEÑOS DE JUVENTUD. LUCHÉ POR ELLO. AHORA QUIERO CONSERVAROS.
Viajar, leer, relacionarse con personas de otras culturas y países, intercambiar valores, es engrandecerse. Que se lo pregunten sino a nuestros estudiantes y trabajadores jóvenes, que están participando, o han participado, como ciudadanos, de una Europa sin fronteras, que utilizan una moneda común, que hablan varios idiomas, que se entienden, que se emparejan, que no han conocido las guerras, que viven la paz y el entendimiento entre pueblos. Es por esto que las generaciones jóvenes si que te aman, Europa.
Mi querida Europa, madre común, no te desanimes, sigue con tu sueño de mantenernos unidos, compartiendo cultura, raíces, economía, seguridad, solidaridad interregional, y, sobre todo, una PAZ, como la que soñaron, en tu nombre, los padres fundadores de la Unión, y que Robert Shuman plasmó en su histórica Declaración de 1950, germen de las Comunidades que precedieron a la Unión.
Creo que la separación del Reino Unido, aunque nos disguste (nunca es agradable perder al miembro de un equipo, de una familia), va a ayudarnos también a mejorar, a reflexionar y revisar nuestros puntos débiles, a corregir los errores, a estar más unidos, a repasar el acervo comunitario y ampliarlo con la legislación que sea necesaria, pero sobre todo, hemos de aprender de la contrariedad sin desanimarnos. ¡Es mucho el camino que llevas ya andado, Europa! Mirando hacía atrás, pueden verse los frutos, a pesar de pérdidas y costes, que también los hubo, pero ha valido la pena.
Una de las grandes alegrías de mi vida tuvo lugar 1985, cuando España firmó el Acta de Adhesión, puesto en práctica en enero de 1986. A partir de esa fecha, además de los avances en temas económicos y de infraestructuras, he podido verificar en mi terreno profesional, de los Servicios Sociales, como la normativa y programas comunitarios sirvieron de soporte, sobre la base de nuestra conquistada democracia, para avanzar en el desarrollo del bienestar social. Y lo mismo he podido comprobar en otro país, Polonia, incorporado a comienzos de este siglo a la U.E. y que visité, con motivo del intercambio y participación de un proyecto de desarrollo rural, financiado con fondos europeos.
EUROPA, NO TE DESANIMES, CONTINUEMOS CON EL PROYECTO DE UNA UNIÓN EFICAZ Y DURADERA. CAMBIEMOS LO QUE HAYA QUE CAMBIAR, CORRIJAMOS LO QUE HAYA QUE CORREGIR, MEJOREMOS NUESTRAS POSTURAS Y ACTITUDES, Y SOBRE TODO CONSERVEMOS LOS SUEÑOS DE SEGUIR SIENDO UNA GRAN FAMILIA.
¡Europa, yo te quiero!
Creo que la separación del Reino Unido, aunque nos disguste (nunca es agradable perder al miembro de un equipo, de una familia), va a ayudarnos también a mejorar, a reflexionar y revisar nuestros puntos débiles, a corregir los errores, a estar más unidos, a repasar el acervo comunitario y ampliarlo con la legislación que sea necesaria, pero sobre todo, hemos de aprender de la contrariedad sin desanimarnos. ¡Es mucho el camino que llevas ya andado, Europa! Mirando hacía atrás, pueden verse los frutos, a pesar de pérdidas y costes, que también los hubo, pero ha valido la pena.
Una de las grandes alegrías de mi vida tuvo lugar 1985, cuando España firmó el Acta de Adhesión, puesto en práctica en enero de 1986. A partir de esa fecha, además de los avances en temas económicos y de infraestructuras, he podido verificar en mi terreno profesional, de los Servicios Sociales, como la normativa y programas comunitarios sirvieron de soporte, sobre la base de nuestra conquistada democracia, para avanzar en el desarrollo del bienestar social. Y lo mismo he podido comprobar en otro país, Polonia, incorporado a comienzos de este siglo a la U.E. y que visité, con motivo del intercambio y participación de un proyecto de desarrollo rural, financiado con fondos europeos.
EUROPA, NO TE DESANIMES, CONTINUEMOS CON EL PROYECTO DE UNA UNIÓN EFICAZ Y DURADERA. CAMBIEMOS LO QUE HAYA QUE CAMBIAR, CORRIJAMOS LO QUE HAYA QUE CORREGIR, MEJOREMOS NUESTRAS POSTURAS Y ACTITUDES, Y SOBRE TODO CONSERVEMOS LOS SUEÑOS DE SEGUIR SIENDO UNA GRAN FAMILIA.
¡Europa, yo te quiero!
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Si no lo has leido, quizás te interese otra página del blog sobre "La cara amable de Europa".
http://www.jubiladajubilosa.com/2016/05/la-cara-amable-de-europa-sofia-corradi.html
Información. Adhesión de España a las Comunidades Europeas (Hoy Unión Europea)
https://es.wikipedia.org/wiki/Acta_de_Adhesi%C3%B3n_de_Espa%C3%B1a_a_las_Comunidades_Europeas