Un paseo al sol del mediodía contribuyó a que enfocase el inicio del Nuevo Año con optimismo, con la alegría que emana del hecho de vivir. sin más, que no es poco.
E l próximo día 5 a las 23,50 los Reyes me traerán en su cabalgata el regalo de un año más para sumar a los que ya tengo cumplidos Una satisfacción, aunque estos dos últimos han venido acompañados de nuevos achaques y agravamiento de los que ya tenia, pero lo dicho, contenta de vivir
En la foto podéis verme con mi bastón blanco, diseñado por la ONCE para identificación y apoyo de las personas con baja visión, como la que a mi me ocasiona una degeneración macular avanzada.
Deseo para todas las personas que me visitais lo mejor en este Año 2020 que acaba de estrenarse. Seamos optimistas y positivos.
Todos, niños, dultos y mayores, establecen expectativas ante el Nuevo Año
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Anexo: 18 de enero.
Respuesta
al comentario de Mara.
Desde
luego que ese bastón blanco que muestro en la foto da seguridad. Las
personas que conocen su significado normalmente se prestan a ayudarte
amablemente cuando lo precisas.
Es
curioso que siempre me hayan gustado los bastones, sin saber que iba
a precisarlo. Puede que haya tenido que ver la sugestiva imagen de
dos personas mayores del círculo de mis abuelos maternos que conocí
en mi infancia y adolescencia.
Una era Dña. Mercedes,
elegante viuda, alta, delgada y de buena figura, que lucia un
impecable peinado de ondas y moño resaltando su hermoso y abundante
pelo blanco. Venia de visita a casa de mi abuela y, sentada en una
butaca, parecía ina esfinge, erguida la espalda, alzada la cabeza y
luciendo en su
cuello
una gargantilla negra en cuyo centro se engarzaba un lujoso camafeo
de oro y marfil. Realzaba su prestancia apoyando sus
ensortijados dedos, largos y finos, sobre un bastón negro
con puño de plata repujada que consolidaba su aspecto de mujer
distinguida.
El
otro personaje con bastón, cuya imagen permanece en mis recuerdos
de infancia, era D. Julio, hombre mayor, soltero, rico, de
buen porte. que llamaba la atención por su elegancia y original
vestimenta de “gentleman”, con traje y chaleco de
inmejorable pañ, color gris claro, a juego con sus cuidadas canas, y
corbata ancha de seda, sujeta con un broche perlado. Calzaba siempre
botines, cubiertos de paño y botonadura. Se le veía al mediodía
pasear por la Calle Real o lucir sentado en la terraza del casino,
sin abandonar nunca su bastón de madera de ebano con
empuñadura de plata.
Ni
mi imagen, ni mi bastón, ja,ja, tienen nada que ver con el de los personajes descritos. Soy muy normalita y mi bastón blanco se
parece más a un garrote, es de hierro, hueco, esmaltado en blanco y
con puño negro de plástico. Pero… ¡pobre del que pudiera ser
objeto de un bastonazo con él! ja,ja...
Cada
vez se ven más personas con bastón porque la seguridad es ante
todo.
Mirad
sino la curiosa foto siguiente, que hice hace unos años, ajena a que ahora soy yo
la que cruzo, con mi bastón, ese mismo paso de peatones.
Enlace a un post de mi blog con haikus sobre el tema de bastones y
apoyos,